El artillero nicaragüense Marvin Benard, quien durante su carrera de nueve años en las Grandes Ligas reunió un promedio de .347 ante los monstruos de la colina Greg Maddux, Randy Johnson, Roy Halladay y Roger Clemens, seguramente debe tener muchos secretos que compartir con los jóvenes prospectos y por esto los Padres de San Diego lo han contratado para que se una al staff de entrenadores de las Ligas Menores.
Benard será el coach de bateo del equipo Try City Dust Devils, de la categoría Clase A corta en la Northwest League.
Se me presentó la oportunidad y la tomé. No sé lo que va a pasar en un futuro, si voy a hacer carrera como entrenador o no. Solamente voy a llevar las cosas paso a paso. Ahorita no tengo nada en mente, más que tratar de hacer un buen trabajo, señala Benard, cuyo último año en las Mayores fue en el 2003, previo a su retiro en el 2004 jugando en las Ligas Menores con Toronto.
Desde entonces, el costeño Benard, quien casualmente hoy está cumpliendo 44 años de edad, se mantuvo vinculado al beisbol como entrenador de niños y el año pasado fue comentarista ocasional en las transmisiones en español de los Gigantes de San Francisco, algo que tenía planeado repetir este año. También su hijo, Isaac, es un destacado prospecto.
El año pasado pudimos haber firmado, pero no nos pareció la oferta, así que decidimos que entre a la universidad para que estudie y tome más experiencia como pelotero y en un par de años será nuevamente elegible para el draft y veremos qué pasa, apunta el dueño de todos los récords de bateo para un nica en las Grandes Ligas, excepto el de robos de bases, que lo tiene Everth Cabrera.
Precisamente sobre la situación de Cabrera, quien es acusado de resistirse a un arresto y podría recibir hasta un año de cárcel si es encontrado culpable, Benard cree que la justicia estadounidense podría tomar en cuenta sus antecedentes, que son limpios, y podría recibir una segunda oportunidad, pero si falla de nuevo, le caería todo el peso de la ley.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 B