14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Seguro agrícola como el cangrejo

Ni una sola de los 1.8 millones de manzanas que se proyectan cultivar durante el ciclo agrícola 2013-2014 está asegurada. Lo mismo ocurrió en el ciclo productivo anterior. La razón: las aseguradoras no se atreven a meterse a este negocio porque es de muy alto riesgo. De las cinco aseguradoras reguladas que existen en Nicaragua, solo una ofrece este servicio. Y pese a los esfuerzos que hace por colocar estos seguros entre los agricultores, en los últimos dos años no ha logrado vender ninguna póliza. Además, existe resistencia entre los productores para invertir en los seguros agrícolas.

Lucydalia Baca Castellón

Ni una sola de los 1.8 millones de manzanas que se proyectan cultivar durante el ciclo agrícola 2013-2014 está asegurada. Lo mismo ocurrió en el ciclo productivo anterior. La razón: las aseguradoras no se atreven a meterse a este negocio porque es de muy alto riesgo. De las cinco aseguradoras reguladas que existen en Nicaragua, solo una ofrece este servicio. Y pese a los esfuerzos que hace por colocar estos seguros entre los agricultores, en los últimos dos años no ha logrado vender ninguna póliza. Además, existe resistencia entre los productores para invertir en los seguros agrícolas.

Esto significa que mientras en el resto de América Latina y el Caribe la oferta del seguro agropecuario aunque a paso lento va en crecimiento, en Nicaragua va en retroceso. El país pasó de tener 2,066 hectáreas aseguradas en el 2008 a ninguna en 2012, dato que se mantiene en lo que va de 2013.

Y la oferta local se limita al seguro agrícola. El ganadero y acuícola que se ofrece en otros países, aún son desconocidos en el país.

Pese al alto riesgo de la actividad, que está expuesta a las adversidades climáticas, plagas, enfermedades, inestabilidad de los precios y hasta cambio de reglas de los mercados, el seguro agrícola sigue sin desarrollarse en el país. Otras de las causas que han evitado esto van desde el alto costo de las primas hasta la complejidad de los requisitos para obtenerlo y lograr la cobertura en caso de siniestro.

Según algunos productores y agentes aseguradores esto no siempre ha sido así. Durante el auge del algodón en los años setenta, el uso de estos servicios era más abundante, pero por el contexto de la década de los ochenta desapareció. Volvió a ofrecerse a inicios de la década del dos mil, tras el paso del huracán Mitch.

OPINIONES ENCONTRADAS

Ante la gravedad de los daños que ocasionó ese huracán a la agricultura de la región, el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), que es un órgano del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), con apoyo del Banco Mundial (BM) estableció una estrategia de promoción del seguro agropecuario. Fue así como la empresa mexicana Protección Agropecuaria Compañía de Seguros (ProAgro) amplió sus operaciones a El Salvador y Nicaragua.

[doap_box title=”Confían en mejora” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Para Giancarlo Braccio, presidente de la Asociación Nicaragüense de Aseguradoras Privadas (Anapri), el “tímido” desarrollo del seguro agropecuario refleja el nivel de desarrollo del mercado de seguros y el apoyo que se consigue de parte de las reaseguradoras internacionales. Sin embargo, confía en que con el tiempo irá avanzando, tanto en el país como en el resto de Centroamérica, donde también es incipiente. Se estima que la cobertura de las áreas de cultivos oscila entre el uno y dos por ciento.

[/doap_box][doap_box title=”Estado debe apoyar” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Para el gerente general de la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico Rural (Fundeser), René Romero, el problema radica en que por el alto riesgo que implica la actividad, el seguro agropecuario no es atractivo para las reaseguradoras mundiales y tienen que ser muy caros para ser rentables.

Es por ello que se requiere de la participación del Estado para que funcione. En países como México, donde es muy exitoso, hay un subsidio estatal para el pago de al menos el cincuenta por ciento de las primas. “Si el Estado no asigna recursos y hace una alianza público-privada esto no puede funcionar”, asegura Romero.

En su momento el Gobierno dio un primer paso en este sentido; en junio del 2009 a través del decreto ejecutivo 41-2009 formó el Comité de Seguro Agropecuario para coordinar el desarrollo y la promoción de los seguros agropecuarios. Sin embargo, hasta ahora dicha instancia existe solo en el papel.

[/doap_box]

A nivel local los cultivos que se acogieron al servicio fueron maní, arroz de riego, ajonjolí y maíz. El resultado de la experiencia fue mixta. El productor de maní, Mauricio Zacarías, recuerda que hace unos seis años aseguró 2,000 de las casi 5,000 manzanas de maní que cultiva. Eso le costó cerca de 19,000 dólares por año.

“Aunque no requerí el pago de daños para mí no fue una buena experiencia. Durante los dos años que lo tuve invertí mucho dinero y la verdad es que no llenaba mis expectativas, había muchas restricciones, las coberturas son muy complejas. No sé si eso ha cambiado porque no me he vuelto a interesar en seguros agrícolas. No me interesa, me dejó un sinsabor”, reconoce Zacarías.

En el caso del arroz se recuerda una experiencia positiva. El secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Arroceros (Anar), Danilo Cortez, reconoce que a pesar de la complejidad de los requisitos un productor de la zona de Sébaco recibió el pago de la póliza al perder la cosecha por afectaciones climáticas.

Pero esta situación no es exclusiva de Nicaragua. En el resto de América Latina y el Caribe el seguro agropecuario también es incipiente.

APENAS INICIA EN LA REGIÓN

Según el estudio Los seguros agropecuarios en las Américas, un instrumento para la gestión de riesgo, realizado en 2012 por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo del Seguro Agropecuario (Alasa), los 721 millones de dólares en primas de seguros agrícolas, que se contrataron durante 2009 en la región, representaron únicamente el 3.5 por ciento de las emitidas en el resto del mundo.

Pese a este reducido aporte al mercado mundial, en los últimos años la oferta del seguro agrícola en el continente ha ido en crecimiento. Sin embargo, el 85 por ciento de las primas emitidas en América Latina y el Caribe se concentran en Argentina, Brasil y México, siendo este último el país con el sistema de cobertura más desarrollado de la región, detalla el estudio. En el resto de países sigue estancado o ha ido en retroceso como ocurre en Nicaragua.

En el 2008 ProAgro había dejado de operar en el país. Pero el Instituto Nicaragüense de Seguros y Reaseguros (Iniser) comenzó a ofrecer este tipo de cobertura. Ese año emitió 16 pólizas y las primas por asegurar 2,066 hectáreas de maní, arroz de riego, ajonjolí y maíz, alcanzaron los 88,972 dólares, el capital asegurado fue de 1.5 millones de dólares y se pagaron 104,564 dólares por siniestros.

Para el 2010 ya eran dos las empresas que ofrecían el servicio. A Iniser se sumó Seguros Lafise. El número de pólizas creció a 23, pero el área asegurada se redujo a 276 hectáreas, por lo que las primas bajaron a 20,589 dólares y el capital asegurado 500,000 dólares, detalla el estudio del IICA y Alasa.

SE PIERDE CAMINO GANADO

Actualmente la actividad sigue en retroceso. Iniser dejó de ofrecer este tipo de pólizas. Carlos Vargas, director del programa de microseguros de esa empresa, lo atribuye a que por política de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) este tipo de seguros no puede comercializarse sin el respaldo de un reasegurador.

“En un primer momento se ofertó un seguro por riesgo agrícola catastrófico y también hasta hace poco tiempo estábamos ofertando también el seguro de riesgo por índice climático (por sequía o por exceso de lluvia). Pero por condiciones establecidas por las compañías reaseguradoras hemos dejado de comercializar ambos productos”, explica Vargas.

No obstante, no descarta que por la experiencia que la compañía acumuló durante los cinco años que ofreció el producto, en el futuro cercano se restablezca la oferta de este tipo de seguros.

Seguros Lafise es la única empresa que sigue ofreciendo estas pólizas por cuarto año consecutivo. Y aunque el estudio del IICA y Alasa reporta una colocación de 20,589 dólares en primas durante el 2010, la empresa reporta que ese año, que fue el primer año que lo ofrecieron, colocaron 49,500 dólares en primas. En el 2011 estas alcanzaron los 19,300 dólares.

Actualmente ofrecen seguros para maní y arroz en sus distintas etapas, “de manera que si la sequía o exceso de lluvia afecta a los cultivos en cualquiera de ellas, los costos de producción están cubiertos por la póliza, es decir, este seguro protege la inversión o bien las obligaciones financieras (préstamos) ante la ocurrencia de estos eventos climáticos”, explica Claudio Taboada, gerente general de Seguros Lafise.

Las zonas de operación son occidente, el suroriente y norte del país. Siempre y cuando estén en el radio de cobertura de las estaciones meteorológicas del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), que proporciona la información sobre la ocurrencia de sequía o exceso de lluvia, en caso de necesitarse la indemnización establecida en la póliza.

Sin embargo, en los dos últimos años “pese a los esfuerzos de la compañía, visitas a las zonas agrícolas y reuniones con productores del área no ha habido colocación de este producto, dado que es percibido como un costo adicional a la producción en vez de una inversión ante condiciones adversas”, reconoce Taboada.

1370304243_Seguros 1

Economía agricultura Seguro archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. critico
    Hace 11 años

    Ese tal seguro agrícola es pura paja!!
    Si ni los tales seguros para carros y casas protejen al usuario,
    mucho menos estos que son para productores.
    Y pensar que Organismos Internacionales pagan buenos salarios a especialistas en el tema y nunca funciona!

  2. El Conde de Nicoya
    Hace 11 años

    Productores medianos y grandes de la zonas con este tipo de cobertura, pongan sus barbas en remojo, no vaya a ser y pasa un huracán (Dios no lo permita) y terminamos llorando todos.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí