Roberto Morales/MADRID/EFE
La exhibición de Cristiano Ronaldo ante el Barcelona refuerza su imagen de líder indiscutible del madridismo en el momento más dulce de su carrera, a la espera de la propuesta formal de renovación que recibirá de Florentino Pérez.
A finales de febrero y con tres meses de competencia por delante, Cristiano ya ha firmado 39 goles en el mismo número de partidos. Se reparten entre sus 24 ligueros, ocho coperos y siete en Liga de Campeones, que se reanuda el martes.
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En una temporada impecable, Cristiano tiene por fin en su mano a la exigente afición del Santiago Bernabéu. Ya tiene un cántico que no para de resonar en la grada y, sobre todo, el respeto y la admiración de seguidores.
Ronaldo quiere jugar todo. Le da lo mismo un partido de las primeras rondas de Copa del Rey ante un equipo de Segunda División B que un clásico en el Camp Nou. Su motivación y su hambre de éxito le llevan a su mejor imagen.
Sus dos goles ante al Barcelona le convirtieron en el primer futbolista que marca en seis visitas consecutivas al Camp Nou. Le elevan como figura odiada por temida por el barcelonismo. Ocho dianas en casa del gran enemigo. Doce
tantos en total en clásicos que detienen el mundo futbolístico. Nunca falla a la hora de la verdad.
En tres temporadas y media, el portugués ya incluye su nombre entre el de grandes goleadores de la historia del madridismo. El martes igualó a Carlos Santillana con doce tantos en duelos contra el Barcelona. Sus siguientes retos son Paco Gento y Puskas (14 goles), Raúl González (15) y Alfredo Di Stéfano (18). El próximo sábado tiene una oportunidad para subir.
Lo primero es el bien del equipo, y condujo al Real Madrid a su trigésimo octava final de Copa, pero Cristiano añade además un pulso personal en cada clásico entre los dos jugadores considerados como los mejores del mundo. Ayer, se quedó con todo el brillo y eclipsó a un Leo Messi que se enredó en la telaraña defensiva que montó José Mourinho para frenarle.
En los 18 clásicos que, Ronaldo y Messi se han enfrentado, el argentino marcó en once ocasiones y el portugués en doce.
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