Arnulfo Agüero
El jurado del Premio Internacional de Poesía Pablo Antonio Cuadra emitió su fallo de unanimidad otorgándole premio único al poemario Balada de campanario ciego y otros poemas desordenados , de Julio Valle-Castillo, quien participó con el seudónimo “Cifar”.
“A los miembros del jurado nos impresionó ver plasmada la experiencia de un escritor brillante que presentó una obra con referencias de la literatura hispanoamericana, de Darío, Sor Juana Inés de la Cruz, César Vallejos, Ernesto Mejía Sánchez, y del mismo Pablo Antonio Cuadra”, dijo Francisco Arellano Oviedo, miembro del jurado.
“Todavía estoy brindando y estoy feliz por Julio”, expresó por su parte Claribel Alegría, y justificó que se merece “porque su poesía es muy coherente y expresa lo que hay que decir, tiene buen ritmo y vale la pena por su contenido”.
Entre los méritos el jurado destacó en acta, que esta obra contiene una “vivencia religiosa adecuada para homenajear a Pablo Antonio Cuadra en su centenario, y una experiencia poética que expresa aciertos de los diferentes registros estéticos y ritmos”.
Además de Arellano Oviedo y Alegría, el jurado estuvo integrado por Luis Rocha Urtecho, quienes deliberaron sobre 48 poemarios participantes. Diez de estas obras, bien podrían ser parte de una antología en homenaje a PAC, si los autores autorizaban sus derechos, comentó Arellano, debido a la calidad de los escritos.
Según Luz Marina Acosta a este concurso de orden internacional envió sus obras, en su mayoría, poetas originarios de España, Centroamérica, México, Estados Unidos, y de Sudamérica.
Explicó que el premio dotado de cinco mil dólares americanos será entregado el 18 de noviembre durante el simposio con escritores internacionales invitados en honor a PAC.
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