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Fiesta patronal de Masaya

Durante los meses de septiembre a noviembre salen diversos grupos de baile y bailantes por Masaya con motivo de sus fiestas patronales.

Irene López

Durante los meses de septiembre a noviembre salen diversos grupos de baile y bailantes por Masaya con motivo de sus fiestas patronales.

Trataré de ir describiendo: características, riqueza, origen, elaboración rítmica, vestimenta e interpretación danzaria de cada uno.

Los sones o jarabes de marimba, conocidas popularmente como danzas o bailes de marimba, forman parte de las más importantes expresiones danzarias, por su variedad, colorido y características.

Las danzas de marimba son ritmos eminentemente sociales, están presentes en casi todas las actividades culturales del país. A pesar de las modificaciones conservan las características más esenciales del mestizaje. Mantienen su mayor fuerza expresiva en Masaya, Managua y Carazo. A partir de 1965 se empezaron a esparcir por todo el territorio nacional.

Inditas o mestizaje llamado también los mangues o bailes de viejas. Es probable que su nombre fue tomado, por su vestimenta que representa la mezcla de las culturas indígenas, negras y españolas, e incorpora etapas históricas y procesos sociales.

Según escribe Squier, este era uno de los trajes femeninos indígenas de toda Nicaragua. Fue en Masaya donde quedó como uno de sus trajes más representativos.

Su uso durante la fiesta patronales de San Jerónimo se mantiene relativamente ausente al utilizar una lujosa apariencia como en los diferentes actos culturales de colegios y en festivales de todo el país.

En las danzas de marimba con algunas que otras variantes, lo que influye de manera determinante es la indumentaria y los respectivos atavíos y la pieza escogida para dicha interpretación.

En el baile de la mujer, debido a que el diseño de la falda (refajo) es un tanto ajustado al cuerpo y no da posibilidades de tomarla con la mano para bailar, la mayor fuerza expresiva radica en la habilidad para el manejo del abanico, en el lenguaje corporal, y en el dominio de la ejecución danzaria.

El baile del varón es un tanto más fuerte y agitado al fin de poder lucirse sonando los chischiles que lleva en los zapatos, acentuando el taconeo y brillando especialmente durante los zapateros.

Se acostumbra que sea el varón quien inicia la danza e invita a la mujer a bailar, aunque esta costumbre ha variado desde hace unos cuarenta años.

Cultura fiesta indigenas Masaya patronal archivo

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