Judhit Flores y Gloria PIcón
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Insólitas, desacertadas y fuera de la ley han sido las calificaciones que diferentes sectores le han dado a las declaraciones del cónsul de Nicaragua en Miami, Luis Martínez, quien a inicios de semana dijo que si fuera por él no permitiría que los nicaragüenses-estadounidenses, que han pedido al gobierno de Estados Unidos revise las políticas del gobierno de Ortega, con el propósito de evaluar si las mismas no están reñidas con el cumplimiento de requisitos establecidos para acceder al waiver, entren al país.
Mientras los nicaragüenses que residen en Estados Unidos han reaccionado indignados por las declaraciones del cónsul y los han mandado a leer la ley, el excanciller de la República, Francisco Aguirre Sacasa, dijo que dichas declaraciones son insólitas y ameritarían que el canciller de la República lo retire del cargo.
DECLARACIONES FUERA DE TONO
“El cónsul debe estar al servicio de su patria y por otro lado también está a las órdenes de la comunidad nicaragüense en el lugar (…), el hecho de que se meta en un tema bien político me parece fuera de tono y sobre todo cuando dice que va a cerrar la puerta y si yo fuera el canciller lo sacaría”, indicó Aguirre Sacasa.
Jorge Patiño, fundador de la Unión Nicaragüense-Americana (UNA), dijo que las declaraciones del cónsul insultan a los nicaragüenses en el exterior. “La Constitución reconoce la doble nacionalidad, nadie nos puede impedir la entrada a nuestro país de origen, le recomiendo que lea la ley, que como funcionario debería conocer”.
Guillermo Callejas, presidente de la comisión de liberales en el exterior, calificó de desacertadas esas declaraciones y añadió que atentan contra el derecho de libre expresión y libre circulación y contra la Constitución misma del país, ya que establece que los nacionales nacidos en Nicaragua son nicaragüenses a pesar de haber adquirido otra nacionalidad.
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