Emiliano Chamorro
Monseñor René Sandigo Jirón, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), aseguró que una nube oscura cubre el ambiente en el país, sin embargo, expresó que “siempre se tiene que tener esperanza, porque algún día la justicia brillará para Nicaragua”.
No obstante, el prelado exhortó a los nicaragüenses que hay que tener esperanzas pese a “las sombras oscuras, a las nubes oscuras”, que han manchado la institucionalidad y el Estado de Derecho.
“No hay que llorar sobre la leche derramada. Esa sombra oscura algún día desaparecerá y brillará la luz de la justicia, la luz de la paz, la luz del derecho, la luz del respeto y la luz del desarrollo integral en nuestro país”, reflexionó Sandigo, también obispo de la Diócesis de Chontales y Río San Juan.
APLAZA A OPOSICIÓN
Sándigo aseguró que la oposición política del país no contribuyó ni presionó lo suficiente, para que se respetara la institucionalidad de la Nación.
“En nuestro tiempo ha salido una nube oscura, una sombra oscura ( ) Lamentablemente hay cuestiones que se debieron superar, (pero) no hubo una presión de la oposición para que se lograra esa superación; sobre todo en el ámbito de la institucionalidad que es una de las cuestiones que más pone en riesgo la estabilidad nacional y el apoyo de la comunidad internacional”, expuso el presidente del episcopado.
Sándigo insistió en que pese a todo a ese clima de “sombras oscuras” es necesario “ver al futuro y pedir a Dios para que la Nación no retroceda”.
IGLESIA PROMOTORA DE LA PAZ
Por otro lado, el obispo René Sandigo lamentó que grupos alzados en armas estén haciendo llamados a la guerra, a la violencia, argumentando que el gobierno de Ortega no respeta el Estado de Derecho.
“Es lamentable que hayan grupos armados, porque se pensaba que ya en Nicaragua se había superado esa etapa. Nos estamos arriesgando a retroceder, porque nadie quiere la guerra, nadie quiere la violencia. La Iglesia siempre exhorta al diálogo, porque somos promotores de la paz”, dijo.
En ese sentido agregó que “es triste escuchar voces que anuncian futuras violencias: nosotros no hemos escuchado oír hablar de guerra, hemos vivido guerra, nosotros no hemos leído en la historia sobre guerra, hemos sido partícipes de la guerra y víctimas también, y al haber vivido eso en carne propia, deberíamos evitarlo al máximo. Esos tambores de guerra no deben darse. Necesitamos paz, pero para vivir en paz se necesitan condiciones de respeto constitucional y de justicia y de valoración de las personas e instituciones”, demandó el jerarca católico.
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