Estimada Daniela:
Hace tres meses terminé con mi novio, ambos vivimos en diferentes departamentos. Estábamos teniendo problemas. Sentía que no me dedicaba tiempo. Una vez le dije que tenía otro novio, era mentira claro. Al día siguiente lo llamé, le pedí disculpas y él me dijo “yo te amo, pero quiero estar solo, seguí tu vida y yo la mía”. Entré en un estado depresivo. Hoy por hoy él me ha llamado, nos vemos, pasamos bien pero él igual. Es difícil alejarme y verlo como amigo, me cuesta, no sé si es mejor alejarme, cortar todo tipo de comunicación, porque de verdad que cuando lo miro me derrito y ahí estoy de babosa, me alegro por un momento y después me deprimo sabiendo que él no se siente bien. Yo he dejado de hacer mis actividades físicas, dejé de salir, lloro y me deprimo.
Atentamente, LA ENAMORADA
Respuesta: Enamorada, la ruptura de una relación amorosa en la que hemos puesto nuestras ilusiones es una pérdida importante, y se vale estar triste. Esa tristeza es similar a la de otras pérdidas, es decir es un duelo.
El duelo pasa por diferentes etapas; negación y aislamiento, enojo, negociación, toma de conciencia, reorganización y aceptación. Cada persona lo experimenta distinto y tiene una duración diferente dependiendo de las características de personalidad y del contexto. Unos consejos para superar este duelo: reorganizar tu vida. Algunas personas cuando se enamoran ponen como centro de todos sus intereses y actividades a la persona que aman. Por eso es importante reorientar la vida, a tus propios gustos y amistades, ¿qué cosas hacías antes? ¿cuáles son TUS amigos? Cortar es cortar: Más adelante habrá tiempo para una amistad, en este momento necesitas guardar los recuerdos en cajas, limpiar tu cuarto de sus fotos, y cortar la comunicación. No iniciar otra relación. Eso de “un clavo saca otro clavo” es más como “meterte en otro clavo”. Cuando estás triste no siempre tomás las decisiones correctas. ¡A moverse! Realizar actividades que sabés que disfrutás y meterte a otras que siempre has querido hacer, puede resultarte placentero y mejorar tu estado de ánimo. ¡Éxito!
Querida Daniela:
Quiero que por favor me oriente, soy una joven de 20 años y hace poco tuve mi primera relación sexual con un muchacho de 26. No hubo penetración puesto que era virgen, lo intentamos pero no se pudo. Por lo que he investigado porque parece me dio vaginismo. ¿Me podrían decir qué es eso? Cabe mencionar que él no es mi novio, es solo un amigo, por supuesto usamos condón. Días después de lo sucedido volvimos a estar juntos, pero no sentí el mismo placer que la vez pasada, solo se limitó a unos cuantos besos y después pasamos a la penetración. Ahora sí pudo quitarme la virginidad. No quedé del todo satisfecha, me da pena contarle eso porque siento que voy a golpear su ego, ¿cómo le digo de buena manera la situación? De manera que tanto él como yo salgamos ganando. De antemano muchas gracias por sus consejos.
Atentamente, LA CURIOSA.
Respuesta: Curiosa, el vaginismo (no debido a enfermedad médica), según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, es la “contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, los tampones o los espéculos. La contracción puede ser desde ligera (produciendo rigidez y malestar) hasta intensa (impidiendo la penetración)”. Esto quiere decir que se dan movimientos involuntarios que no permiten la penetración. ¿Has tenido dificultad con el uso de tampones o en la revisión ginecológica? Si es así quizá sería importante pedir apoyo a un especialista. La primera experiencia sexual es muy diferente para cada persona, y tener dificultades durante la penetración es común, ya que muchas mujeres anticipamos que va a haber dolor y el cuerpo reacciona para protegernos.
En cuanto a cómo expresar tus gustos a tu pareja sexual yo te recomiendo que lo hagas abiertamente, ya sabés que te gustó la primera vez que lo intentaron, entonces hacéselo saber. Siempre es más fácil comunicar nuestros gustos en positivos, es decir explicar “siento más placer cuando me besas así o acaricias de esta otra manera”, y también preguntar cómo le gusta más a la otra persona. Para que las relaciones sexuales sean sanas y placenteras la comunicación es de vital importancia. No hay que permitir las relaciones sexuales sin placer, y mucho menos con dolor o incomodidad.
Daniela Cuadra Vaughan
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