ISLAMABAD/AFP
Pakistán tiene “fuertes presunciones” de que Mohamed Ilyas Kashmiri, uno de los principales mandos operativos de Al Qaeda, murió el viernes en un ataque llevado a cabo por un avión teledirigido estadounidense, informó ayer un alto responsable militar paquistaní.
“Hay fuertes presunciones que murió en el ataque, pero resulta imposible confirmarlo oficialmente, porque no tenemos acceso al cadáver y hasta los habitantes del pueblo dicen que no se pueden reconocer”, dijo la fuente, bajo anonimato. “Intentamos confirmar su muerte”, pero podría necesitar tiempo, añadió.
Un ataque con misiles estadounidenses mató el viernes a nueve rebeldes en una zona tribal paquistaní, cerca de la frontera con Afganistán, según fuentes de la seguridad.
Kashmiri, de 47 años y originario del Cashemira, la región que se disputan Pakistán e India, está considerado por los expertos antiterroristas occidentales como el jefe del grupo armado ilegal paquistaní Harakat ul Jihad al Islam (HuJI), y encargado de la coordinación de atentados en Pakistán y en el extranjero.
Se le considera el cerebro de numerosos atentados o intentos en Pakistán, India (como los atentados en Bombay) y en países occidentales.
EE. UU. ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por la captura de Kashmiri. Si se confirma su muerte, será el golpe más duro infligido a Al Qaeda desde que un comando estadounidense matara al líder Osama bin Laden, el 2 de mayo en el norte de Pakistán.
Varias fuentes explicaron que, salvo si la familia o el grupo de Kashmiri lo anuncian oficialmente o si los servicios secretos logran información, será difícil confirmar oficialmente su muerte.
El portavoz de los talibanes Ehsan Ehsannulá desmintió ayer la muerte de Kashmiri. “Está vivo y en lugar seguro, solo camaradas locales murieron en el ataque”, aseguró por teléfono.
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