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Comunidad apuesta a reducir riesgos naturales

Trabajar por la comunidad, dejando a un lado las diferencias políticas, ha sido la clave para lograr una fuerte estructura organizativa que se traduce en avances importantes en el desarrollo de la comunidad El Despoblado, a unos siete kilómetros de Estelí.

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ESPECIAL PARA NACIONALES

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  • El Despoblado forma parte de Sistema de Alerta Temprana contra inundaciones (SAT) de la subcuenca del río Estelí, instalado con la ayuda de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, Agro Acción Alemana y Defensa Civil.
Este sistema está compuesto por radios de comunicación, pluviómetros que miden la cantidad de las precipitaciones y reglas milimetradas que miden la variación del nivel del río.

“De manera que la información de las precipitaciones en la parte alta por ejemplo, nos permite con anticipación apreciar el traslado de las fuertes corrientes o caudal del río hacia las partes bajas”, agregó el teniente coronel Álvaro Rivas, de Defensa Civil.

Rivas destacó la importancia del sistema de comunicaciones, ya que permite el flujo de información durante una emergencia las 24 horas del día.

Para Rivas la organización comunitaria ayuda a trabajar con el sistema de alerta temprana eficientemente a la hora de una emergencia. “La intervención en comunidades como una buena organización permite un accionar articulado”, sostiene.

“Por ejemplo, en la comunidad El Despoblado creció el nivel del río y los pobladores sin esfuerzo de las instituciones del Estado evacuaron a los afectados y los trasladaron hacia las zonas seguras de acuerdo a su plan contingente, se pusieron en buen resguardo y mantuvieron informadas a las autoridades, y una vez que pasó el peligro, retornaron a la población a la normalidad”.

Pero para Egberto González, del Instituto de Promoción Humana (Inprhu), el éxito de promover proyectos de gestión de riesgos en comunidades está en fortalecer la organización a través de capacitaciones y no tratar asuntos políticos ni religiosos.

Con ese enfoque, Inprhu y Agro Acción Alemana con fondos de la Oficina de Ayuda Humanitaria han ejecutado cinco proyectos de gestión de riesgo en la zona norte del país, después del huracán Mitch en 1998.

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Trabajar por la comunidad, dejando a un lado las diferencias políticas, ha sido la clave para lograr una fuerte estructura organizativa que se traduce en avances importantes en el desarrollo de la comunidad El Despoblado, a unos siete kilómetros de Estelí.

Aunque el gobierno municipal de Estelí ha sido históricamente sandinista, en la organización comunitaria de El Despoblado participan liberales, conservadores e incluso los que dicen no apoyar a ningún partido.

Las diferencias políticas entre los comunitarios y los cambios de gobiernos nacionales y municipales durante los últimos años no ha sido un impedimento para trabajar unidos en pro de su desarrollo.

Por el contrario, en los últimos años su organización comunitaria se ha fortalecido por el hecho de estar amenazados por inundaciones y en las partes más altas por deslizamientos de tierras.

“Aquí la gente es bien unida, no necesariamente porque seamos familiares, sino porque hay compañerismo y no tomamos en cuenta las inclinaciones políticas y religiosas, hay respeto en ese sentido”, dijo María del Rosario Ruiz, responsable de comunicación de la comunidad.

Asegura que a la hora de un desastre natural no les salvará un partido político ni una bandera, sino la fortaleza que tengan como comunidad.

En El Despoblado todos desempeñan un papel importante dentro del Comité Comunitario de Prevención y Mitigación de Desastres (Cocopred), que ha sido conformado y capacitado con la ayuda de los organismos no gubernamentales, Cáritas y Agro Acción Alemana.

Alejandro Alberto Arauz, coordinador del comité, explica que los comunitarios se han integrado en comisiones. Por ejemplo hay grupos de trabajo en las áreas de: salud, comunicación, educación y refugios, suministro y evaluación de daños y necesidades.

De manera que a la hora de una emergencia cada quien ya está capacitado para desarrollar una tarea específica. Así lo demostraron en las recientes lluvias. El comité se activó ante la alerta verde decretada por el Presidente de la República, Daniel Ortega.

“Desde que nos avisaron por radio que había alerta verde, nos reunimos con el comité para tomar decisiones sobre la situación que se nos avecinaba”, expresó..

Cuentan que una vez que las lluvias iniciaron, la brigada hizo recorridos por las casas que estaban más vulnerables, a orillas del río y alertaron a los pobladores a estar pendientes de una repentina subida del nivel.

La comisión de comunicación midió las precipitaciones cada hora y transmitieron esos datos a Defensa Civil y a las comunidades de la parte baja de la subcuenca del río Estelí.

“Estuvimos pendientes en todo momento si el río sobrepasaba su nivel normal para prever, con tiempo, el rescate y albergue de los pobladores ubicados en sitios vulnerables”, agregó el responsable de la brigada, Osman Alberto Arauz.

Mientras, el comité ya preveía la apertura del albergue, “al final no fue necesario activar el albergue porque las dos familias afectadas se refugiaron en casa de sus familiares”.

Aunque la brigada aún no está equipada, ellos están entusiasmados a trabajar por la comunidad y aseguran que gestionarán el equipamiento para enfrentar mejor cualquier emergencia.

LOGROS ALCANZADOS

A pesar de no contar con un presupuesto para emergencias ni para el desarrollo de obras de gestión de riesgo, en El Despoblado la mano de obra y la disposición al trabajo es el principal recurso.

A través de la ayuda de organismos no gubernamentales han logrado gestionar diversos proyectos de desarrollo.

Osman Alberto Arauz recuerda que durante las elecciones generales de noviembre del 2006 trabajaron en la construcción de una rampla vado en el río.

Cuenta que al día siguiente de las elecciones empezaron la construcción y no esperaron los resultados, conscientes que todo el país estaba paralizado por los resultados electorales, pero ellos no iban a detener el progreso de su comunidad.

“Estábamos como 40 personas entre niños, mujeres, hombres y empezamos a trabajar con el lema: respetábamos la ideología de cada quien y nadie va a celebrar ni tocar el tema de las elecciones por muy recientes que fueran”.

“Nada de política, para que nadie se sienta incómodo, porque un roce entre los comunitarios podría hasta desencadenarse en una tragedia porque íbamos a trabajar con piedras del río”, sonríe.

Entre las obras de mayor progreso en la comunidad se destaca, además de la construcción del puente vado, cuatro ramplas y tres puentes peatonales, todo elaborado con mano de obra de la comunidad y con la ayuda de organismos no gubernamentales.

Como parte de los logros alcanzados por esta comunidad también está la elaboración conjunta de un plan para la prevención, atención y mitigación de desastres.

En este plan ha identificado a las personas con discapacidad, los sitios más vulnerables, el centro de albergue y las amenazas a las que están expuestos. Así también tienen descritas las funciones de cada miembro del comité.

Es por eso que, a pesar de haber estado pasando por una situación de emergencia por las fuertes lluvias recientes, la comunidad estuvo segura de cómo debían actuar en esos momentos.

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