El irrespeto de este Gobierno a las leyes del país ya es algo que desgraciadamente se da por sentado. Sin embargo, uno esperaría que por lo menos respetaran sus propias ideas o sus principios, pero no.
Yo pensaría que si la Primera Dama al menos se creyera su eslogan, que ella llama “principios”, de que su gobierno es Cristiano, Socialista y Solidario, al menos debería preguntarle al presidente del INSS, capitán y doctor Roberto López, qué parte de esos principios incluye dejar que un grupo de ancianos se ponga en huelga de hambre en reclamo por una mísera pensión.
López, quien probablemente está entre los cinco funcionarios más soberbios de este Gobierno (y eso ya es decir bastante), está pintado de cuerpo entero en esta situación donde unos ancianitos están aguantando hambre y durmiendo mal sólo porque el funcionario se niega a platicar con ellos y acatar la ley.
Hay que recordar que estos señores y señoras de la tercera edad no están pidiendo ningún regalo.
Ellos hicieron sus cotizaciones, o sea, pusieron en el INSS parte del dinero que ganaban. El no entregárselos equivale simplemente al robo.
Y aunque es cierto que no cotizaron todas las 750 semanas que demanda el INSS para pagar una pensión completa, la ley en su artículo 49 contempla el pago de pensiones reducidas.
El artículo 49 dice: “…podrán concederse pensiones reducidas no menores del 40 por ciento del salario prescrito para aquellos casos en que habiendo el asegurado cumplido la edad de retiro, no haya cumplido el periodo de calificación, siempre que acredite como mínimo absoluto 5 años de pago de cotizaciones”.
¿Entonces? cuál es la soberbia de este señor que no sólo se niega a recibir a los ancianos sino que cuando los recibió firmó un acuerdo con ellos y luego no les cumplió.
Si a un gobierno de derecha, de esos que los orteguistas gustan tildar de “insensibles”, se le haría difícil lidiar con esta situación, ¿qué justificación puede tener el gobierno Cristiano, Socialista y Solidario del compañero comandante pueblo presidente Daniel para tomar la actitud que toma?
Ellos pueden alegar que no hay dinero en el Seguro Social, pero este argumento queda sin base cuando han podido desembolsar millones de dólares para comprar laboratorios y formar sociedades para empresas importadoras de medicinas en un negocio que aún no explican cuál es la ganancia para los asegurados.
Pero aunque “no hubiera plata”, la verdad es que hay que preguntarse a cuánto puede ascender la pensión reducida de uno de esos ancianos reclamantes. Y por cuánto tiempo, siendo crudamente realistas, se le tendrá que mantener dicha pensión a una persona que ya supera los ochenta años de edad.
Esta situación simplemente no tiene explicación lógica, la única manera que se puede explicar es que la gente de este Gobierno no permite que nadie les proteste, ni siquiera este grupo de ancianos que no tiene ninguna agenda política, que es lo que más le preocupa al régimen orteguista.
Los adultos mayores en protesta hasta agradecidos son cuando dicen “hemos insistido desde hace tiempo y no nos dan respuesta; para nosotros es satisfactorio que nos den las prótesis, pero eso no resuelve lo fundamental, que es la alimentación y la asistencia médica”.
Queda claro que de la boca para afuera este Gobierno es Cristiano, Socialista y Solidario, pero con los hechos demuestra que su principal característica es la soberbia.
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