JOHANNESBURGO/AFP
Sudamérica había logrado el hito de meter 4 representantes en cuartos del Mundial, dando impresión de superioridad sobre Europa, pero al final todo resultó un espejismo, pues ninguna selección ganó a una potencia de la UEFA, menos aún en instancia de eliminación directa.
Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile habían sellado una primera fase de ensueño, consiguiendo un ciento por ciento de eficacia en la clasificación a segunda ronda de los equipos de la Conmebol, al tiempo que Europa perdía en el camino nada menos que a dos gigantes, Francia y el campeón mundial Italia.
Y atención, pues es el segundo ecuménico seguido que los sudamericanos se despiden sin vencer a una potencia europea. La última vez fue Brasil, en la final de 2002 ante Alemania (2-0).
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El entusiasmo sudamericano se había consolidado tras un debut “invictus” de sus cinco selecciones, que amarraron el billete a octavos sin pasar demasiado sobresalto, salvo Chile, que se salvó de la eliminación porque los suizos no pudieron vencer a Honduras.
Sin embargo, esa visión tuvo mucho de espejismo en primera fase, incluso en octavos. ¿Por qué? Apenas tres victorias de sudamericanos sobre europeos, pero de segundo y tercer orden: Argentina ante Grecia (2-0), Paraguay contra Eslovaquia (2-0) y Chile frente a Suiza (1-0).
De hecho, en los choques directos con las potencias candidatas al título, ningún sudamericano impuso su ley. Paraguay empató 1-1 ante una floja Italia y Uruguay no se sacó ventajas con la pálida Francia (0-0), lo mismo que Brasil contra Portugal (0-0). Chile directamente sucumbió a España (2-1).
El cuadro de octavos esquivó los cruces directos entre sudamericanos y europeos y sus duelos de estilo. Uruguay avanzó sobre Corea del Sur (2-1), Paraguay ante Japón (5-3 por penales tras 0-0), mientras que los gigantes Brasil y Argentina lo hicieron en detrimento de Chile (3-0) y México (3-1).
El espejismo seguía latente en la sabana sudafricana, hasta que los cuartos de final desnudaron a Sudamérica.
El primero en claudicar fue el pentacampeón mundial Brasil, que perdió ante Holanda (2-1).
El gran “cachetazo de realidad” lo sufrió la Argentina, humillada por la Mannschaft (4-0), en la reedición de los cuartos de Alemania-2006.
Paraguay se amuralló ante España, que al final tumbó su defensa con una perla de David Villa (1-0), para sellar unas semifinales que cambiaron la tendencia: de 4 sudamericanos y 3 europeos en cuartos a 1 cupo Conmebol y 3 de UEFA en semis.
Uruguay fue el único sobreviviente de los cruces de vida o muerte de cara a las semifinales, aunque su pasaje tuvo mucho de milagro frente a Ghana, y, encima amarró un penal, estirando el suspenso a la definición de penaltis, que ganó 4-2.
En semis, la Celeste, diezmada por lesiones, luchó dignamente con Holanda, aunque no puso en riesgo su victoria (3-2) camino a la final. Y en el duelo por el tercer puesto, volvió a caer por el mismo resultado ante Alemania.
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