SAN SALVADOR/AFP
El gobierno de El Salvador desplegó este lunes un total de 1.000 soldados para vigilar 62 pasos ilegales “identificados” en sus zonas fronterizas, para combatir el trasiego de droga y armas y evitar el ingreso de bandas del crimen organizado, informó una fuente oficial.
“La orden es interceptar el ingreso de drogas o armas en la zona de la frontera, hay puntos que tenemos identificados que son usados por narcotraficantes o por bandas del crimen organizado para introducir armas y eso es lo que vamos a combatir”, explicó el ministro de Defensa, general David Munguía.
Las autoridades decidieron mantener en secreto los lugares que patrullarán los oficiales para no “alertar” a los delincuentes.
“Todo esto es parte de las acciones que el señor presidente (de la República, Mauricio Funes) ha ordenado para atacar a la delincuencia y el crimen organizado, no vamos a dar espacio a la delincuencia”, sostuvo Munguía.
Los soldados no solo combatirán el tráfico de drogas y armas, sino que también procurarán frenar el ingreso de indocumentados.
Los 1.000 oficiales son parte de un contingente de 7.170 que por orden del presidente refuerzan a la Policía en labores de seguridad pública en las calles y en penitenciarías, para intentar frenar la delincuencia que deja una media de 13 asesinatos por día.
Desde la semana anterior, 1.500 soldados ingresaron a penales del país para reforzar la seguridad e intentar evitar que pandilleros presos continúen ordenando delitos desde allí.
Las autoridades utilizan bloqueadores de señal de teléfonos celulares en las cárceles, para evitar la comunicación con personas del exterior.