Por Felicia Fonseca
FLAGSTAFF, Arizona, EE.UU./AP
Grupos de bomberos intentan apagar un incendio forestal al noreste de Flagstaff que rápidamente se expandió a más de 33 kilómetros cuadrados (13 millas cuadradas) se esforzaban el lunes en proteger las casas que podrían ser presa de las llamas.
Los residentes de varios cientos de casas permanecían bajo órdenes de evacuación a medida que el incendio avanzaba y quedaba a sólo 450 metros (500 yardas) de algunas de las casas, dijo Eric Neitzel, portavoz del cuerpo de Bomberos.
Los bomberos trabajaron sin descanso toda la noche para crear una línea de contención entre el territorio boscoso y las comunidades. También crearon trincheras, eliminando maleza seca de alrededor de las casas y empapándolas con la esperanza de que no se quemen, dijo Neitzel.
La combinación de altas temperaturas, poca humedad y vientos fuertes hizo avanzar rápidamente el incendio que empezó el domingo, generando enormes nubes de humo negro y gris que se elevaban al cielo azul.
No hay estructuras que se hayan quemado en el incendio, el cual se cree había afectado ya 3.581 hectáreas (8.849 acres) el lunes por la mañana.
Las autoridades cerraron la carretera 89, un ruta clave para llevar al parque nacional del Gran Cañón, a unos 120 kilómetros (75 millas) al norte.
Ocho aviones cisterna ha ayudado a los bomberos a luchar contra el fuego, pero los vientos determinarán si deben aumentar esas herramientas aéreas. Un equipo federal de manejo de emergencias se hizo cargo de los esfuerzos contra el incendio el lunes, una maniobra que expandirá su acceso a más recursos.
El incendio fue el segundo en nacer en dos días en la zona de Flagstaff. Ambos generaron órdenes de evacuación a lo largo de la ciudad. No hubo reportes de heridos serios en ambos incendios.
