Obsesión
Cuando se pusieron limitaciones a la reelección presidencial en las reformas constitucionales del 95, muchos pensamos que estaban exagerando. Que los tiempos eran otros, que ya no había dictadura que se imponga y lo más peligroso que se vislumbraba era que quien quisiera reelegirse usara los bienes del Estado para promoverse, lo cual ya es bastante malo. Pero justamente lo que está haciendo Daniel Ortega en estos momentos demuestra cuánta razón tenían aquellos legisladores sobre lo que es capaz un hombre para mantenerse en el poder. Todo lo que quedaba en pie de las instituciones públicas está siendo demolido a una velocidad alucinante. Tierra arrasada. No quedará piedra sobre piedra. Ortega piensa reelegirse aunque sea sobre las ruinas de la Nicaragua que quede. Una cara obsesión.
Plazas y fuentes
Se acuerdan cuando el Gobierno destruyó sin más ni más la fuente musical que se levantó durante el gobierno de Arnoldo Alemán. Doña Rosario Murillo dijo desde Libia que era un traslado y que la fuente se levantaría nuevamente en la placita donde está el monumento de Rubén Darío. Nadie le creyó. Se dijo también que lo que se buscaba era “restituir la plaza para que el pueblo pudiese reunirse en ella otra vez”. Eso se medio creyó. Pero lo raro es que ni levantaron la fuente en otro lado y ni el Frente ni el Gobierno la ocupan para reunirse y más bien se agrupan en una de las arterias más transitadas de Managua.
Pregunta
¿Por qué Daniel Ortega celebró el primero de mayo, el 30 de abril en el cruce de dos autopistas y no en las plazas dispuestas para eso? Dice un amigo que el 30, para poder movilizar a todos los empleados públicos en un día de trabajo, y el lugar para hacerse lo más visible posible, amargándole la vida a todos los negocios vecinos y convirtiendo en un infierno el tráfico en general de Managua. ¿Será?
¿Y el hacker de lujo?
Otras preguntas tontas. ¿En qué quedó el caso Zoilamérica? ¿Cómo va la cooperación iraní? ¿Valió la pena la quemada que nos dio Ortega con ellos? Y al fin, ¿atraparon al hacker de lujo que entró al correo de la Primera Dama e “inventó” una carta firmada por el asesor presidencial Orlando Núñez, en la que decía barbaridades de la Iglesia católica? Nunca se supo del hacker de lujo, la Primera Dama siguió usando el correo “hackeado”, y lo más raro del asunto es que Orlando Núñez cayó en desgracia. No se supo más de él.
Candidato
Sobre mi columna pasada, alguien me preguntaba que si al opinar que ni Alemán ni Montealegre deberían ser los candidatos de una coalición opositora, consideraba que el uno era tan corrupto como el otro. No era ésa mi intención ni lo pienso. Lo que quiero decir es que una amplia coalición opositora sólo prosperará con un candidato que no genere tanta negatividad como la de ellos. Y que espero que algo de sensatez quede en estos líderes para que depongan sus aspiraciones personales y apoyen a un candidato de consenso. Un notable. Alguien que posiblemente no tenga tantos seguidores como ellos, pero tampoco tanta gente que no votaría por él. ¿Lo hay? ¡Claro que lo hay!
Bono 529
Si el bono 529 tiene una estrategia electorera, creo que es una mala estrategia. Nada de que si pierde Ortega el bono se acaba. Ya no se puede, y es más posible que se termine si gana el Frente Sandinista otra vez. Veamos: el bono está garantizado por este año. El próximo año no hay forma que lo quiten si es año electoral y lo último que querrá Ortega es a 120 mil personas enojadas. Pero pasadas las elecciones, si el orteguismo gana podrá seguir con el bono a quitarlo alegando problemas económicos, pero olvídense que lo va a poder quitar un gobierno distinto, porque, sencillamente, le queman el país.
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