Es importante seguir unidos contra la soberbia del presidente Daniel Ortega y su camarilla, que cada día atentan contra los Derechos Fundamentales de la mayoría de los nicaragüenses. Sumado a esto, también aumentan sus riquezas mientras enrumban al país a una situación de posible presión inflacionaria, confrontación entre empleadores y empleados del sector privado, así como mantener la tensión en la población con la ocupación ilegal de cargos públicos en la Contraloría General de la República (CGR), Consejo Supremo Electoral (CSE), Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Igualmente es importante estar claro que el FSLN en las futuras elecciones nacionales no es la opción para desarrollar a Nicaragua, y menos si por la fuerza y la brutalidad del poder Ortega se impone como candidato. Por estas razones se debe votar en contra de esta agrupación y su líder por ser agentes violadores de la legalidad, usurpadores de cargos públicos y vandálicos.
Los electores deben tomar la opción de elegir a quienes respeten la democracia, la legalidad, la institucionalidad y los derechos fundamentales.
Ortega y su empresa personal llamada FSLN, cada día se empeñan en hacer las cosas mal para abonar a su propio fracaso. Lo último y lo peor que han hecho es mantener la ilegalidad a punto de actos vandálicos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y eso lo pudo ver el mundo entero cuando mandaron a atacar el hotel Holiday Inn y después quemaron los vehículos de miembros de la oposición.
Y lo más decepcionante es que quienes lideraban a esas turbas eran los ex magistrados Rafael Solís Cerda y Armengol Cuadra, justo ellos a quienes se les venció su período para estar en sus antiguos cargos. Sin embargo, ellos quieren mantenerse a base de violencia en los cargos públicos. Y eso que se supone que respetan la legalidad.
En la CSJ naturalmente impera la ilegalidad y a esa justicia amañada se han sumado la Procuraduría General de la República (PGR) y la Fiscalía General de la República (FGR). Las partes involucradas en los casos que se ventilan en el Supremo Tribunal, deben tener mucho cuidado porque donde estampen sus firmas Solís y Cuadra, hay severas violaciones a la norma. La población nicaragüense deben estar clara que no son magistrados y que usurpan cargos públicos, por tanto todo lo actuado por ellos es ilegal. No hay normalidad en la Corte.
En todo caso, las fuerzas políticas, sociales y económicas de oposición deben recordar que el FSLN tiene mecanismos para bajar tensiones y emplear su diversionismo alrededor de los problemas torales que se tienen que resolver por la vía de la norma. La población afectada está pendiente de Ortega y su camarilla y no crean que no se fija en los detalles de sus actos y planes tras bastidores. El hecho de que no hayan llegado los usurpadores ayer a la Asamblea Nacional y que se hable de una pensión extra en el Poder Judicial, son asuntitos llamativos que distraen a los medios de comunicación para que traten de relegar un poco el objetivo de la crisis creada por Ortega. Y así hay otras cositas que irán saliendo. Por eso, hay que estar unidos siempre contra la dictadura actual.
Ver en la versión impresa las páginas: 13 A