BOGOTA/AFP
El presidente colombiano Alvaro Uribe, reiteró este domingo que sólo autorizará un intercambio de rehenes por guerrilleros presos, si éstos se comprometen a no regresar a la insurgencia, en una declaración tras ser liberado unilateralmente un militar plagiado hace 11 meses.
“Un acuerdo humanitario tiene como condición que aquellos integrantes de las FARC que lleguen a salir de la cárcel, no regresen a delinquir”, dijo Uribe en un consejo de Gobierno en la ciudad de Arauca (este).
El jefe de Estado aseguró que “el gobierno no se opone al acuerdo humanitario”, pero reiteró que “siempre y cuando no sea para devolverles delincuentes a las FARC”. Uribe explicó que los rebeldes que llegaren a salir de la cárcel, “deben dar todas las garantías, por la ubicación, la vigilancia, etcétera, de que no vuelven a delinquir”.
“Quiero llamar atención de mis compatriotas sobre esa necesidad. Porque el acuerdo humanitario no es para fortalecer el terrorismo, sino para liberar a los colombianos de la pesadilla de las acciones terroristas”, agregó.
Más adelante Uribe se refirió a una eventual negociación de paz, pero aclaró que un acuerdo en ese sentido debe comenzar por “la buena fe”. “No podemos pensar en acuerdos de paz, mientras no haya un cese de actividades criminales”, insistió.
Este domingo la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregó a una comisión humanitaria al soldado Josué Daniel Calvo, que se encontraba en su poder desde abril de 2009.
El martes, el grupo rebelde se comprometió a entregar a esa misma delegación al sargento Pablo Emilio Moncayo, uno de los dos rehenes militares con mayor tiempo secuestrado, en su caso desde diciembre de 1997.
Los dos uniformados hacen parte de un grupo de 23 militares y policías que la guerrilla propone canjear por unos 500 rebeldes presos en cárceles del país y de Estados Unidos.