El ministro de Energía, Emilio Rappaccioli, confirmó ayer que la tarifa de energía no sufrirá ningún ajuste en los próximos tres meses, pese a las alzas que hasta la fecha experimentan el petróleo y sus derivados.
- El ministro de Energía, Emilio Rappaccioli, dijo que lo contratos de compra venta de energía, firmados entre Polaris Energy de Nicaragua S.A. y las distribuidoras Disnorte -Dissur, establecen un costo del megavatio hora generado de 92 dólares, un poco más caro de como se oferta en la actualidad por el orden de los 82 dólares más o menos.
“El precio actual (de generación) es más bajo. Pero hay que ver que la inversión que tienen (actualmente) es menor. Son plantas que se instalaron con propósitos experimentales, pero que serán sustituidas con la nuevas (inversiones)”, destacó.
La ampliación del proyecto geotérmico San Jacinto Tizate permitiría un ahorro anual de 28 millones de dólares en la factura petrolera de Nicaragua, según las estimaciones oficiales.
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Rappaccioli recordó que la mayoría de la energía que se está consumiendo en el país se produce a base de generación térmica.
Pero señaló que existe un aporte superior al 30 por ciento de generación renovable, que están haciendo las generadoras Amayo I, que aporta al Sistema Interconectado Nacional hasta 38 megavatios, más otros 60 megavatios aportados por los ingenios azucareros, lo que por el momento amortigua la falta de generación hidroeléctrica que se ha disminuido por afectaciones de la sequía.
“Lo importante es que no hay aumento en la tarifa, la cual se mantiene estable hasta abril, donde analizaríamos la situación. Es importante señalar que Amayo I en estos momentos está trabajando y generando energía eólica casi a su máxima capacidad (40 megavatios). Además está el aporte de 60 megavatios que generan los ingenios azucareros con el residuo de la caña de azúcar, lo que crea cierto balance en la generación del país, la cual depende de los derivados del petróleo”, señaló.
DEUDA DE 20 MILLONES
En noviembre pasado el Gobierno decidió “congelar” la tarifa de energía hasta abril del 2010. Para ello tuvo que desembolsar 20 millones de dólares a las empresas distribuidoras Disnorte-Dissur, para evitar la acumulación de deudas (desvíos tarifarios).
El dinero fue desembolsado mediante un préstamo obtenido de los fondos que genera el acuerdo petrolero firmado entre Nicaragua y Venezuela, en el marco de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), sin el pago de intereses.
Rappaccioli explicó nuevamente que el dinero será cancelado una vez que los proyectos de generación renovable como Tumarín, Larreynaga, Salto Y-Y y la ampliación de San Jacinto Tizate entren en operación, lo que permitirá reducir la factura petrolera y destinar fondos a la deuda.
“Hasta entonces se verá si se recupera o no ese dinero. Así que no hablemos de deuda”, indicó.
MÁS GENERACIÓN GEOTÉRMICA
Entretanto la empresa Polaris Energy de Nicaragua S.A. formalizó ayer con un consorcio de prestamistas, entre ellos el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), un crédito por 77 millones de dólares que permitirá a la generadora ampliar su capacidad de generación en el proyecto San Jacinto Tizate fase I y II, en el occidente de Nicaragua, hasta los 72 megavatios.
La primera fase del proyecto que entrará en operaciones en abril del 2011 permitirá aportar un total de 46 megavatios en el sistema de generación nacional.
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