La periodista y miembro del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Patricia Orozco, fue víctima ayer de la violencia policial en León, luego que dos agentes la golpearan, enchacharan y llevaran detenida a las instalaciones de la institución del orden público en esa ciudad.
Orozco, junto a Lorna Norori, la abogada Ana Eveling Orozco y el conductor Léster de Jesús Altamirano, fueron detenidos por dos oficiales de tránsito de la Policía en el retén del balneario de Poneloya-Las Peñitas, para revisar los documentos del vehículo en que se movilizaban.
Luego, cuando pasaban por el rastro Municipal, en el barrio Sutiaba, fueron interceptados por dos motorizados de la Policía de León, supuestamente para requisar los equipajes que llevan las tres mujeres.
Orozco y las otras dos mujeres pidieron explicación a los agentes de por qué iban a revisar los bolsos de ellas, ya que sólo llevaban sus ropas interiores. Ante esta situación, uno de los policías se molestó y empezó a agredir a la periodista. Luego el oficial llamó a una patrulla para llevársela detenida.
Mientras tanto, en Managua, representantes de organizaciones civiles sostuvieron una reunión con la jefa de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, para abordar diversos casos, entre éstos, el de Leonor Martínez.
Luisa Molina, de la Coordinadora Civil, dijo sobre la situación del país, que “objetivamente no es un problema policial, éste es un problema político porque es un problema de respeto a la institucionalidad, a la gobernabilidad, en la medida que altos funcionarios del Gobierno salgan diciendo que los morteros, y los machetes y las piedras son simbología de una cultura ¿de qué sirve que hayan cien mil policías?”. Denis Darce, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), indicó por su parte que en los últimos tiempos la Policía ha perdido confianza entre la ciudadanía, pero que aún hay confianza entre el liderazgo de la sociedad civil.