- El candidato republicano mejora su posición en encuestas y gana atención
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WASHINGTONAnálisis noticioso de AP
Las perspectivas de John McCain en las elecciones presidenciales parecen mejorar día a día a medida que Barack Obama y Hillary Rodham Clinton prolongan una batalla cada vez más agria y personal.
Las encuestas indican que, gane quien gane entre los demócratas, los comicios presidenciales serán muy reñidos, lo que representa un avance para McCain, a quien se le daban muy pocas posibilidades no hace mucho.
McCain no quiere confiarse y dice que para dar pelea deberá recaudar más dinero, vigorizar un partido Republicano bastante dividido en torno a su candidatura, darse a conocer como algo más que un veterano héroe de guerra y dejar en claro que no representa un continuismo de la era de George W. Bush.
McCain está en la política desde hace más de tres décadas y sabe que cualquier cambio de aires puede echar todos sus esfuerzos por tierra. Hechos fuera de su control, como la ocupación de Irak, pueden dar un giro negativo y quitarle sustento a sus puntos de vista en ese tema. McCain se jugó a favor de la política de Bush de aumentar la cantidad de soldados en Irak e insiste en que no hay que retirarse mientras no se logren los objetivos delineados.
Es comprensible que McCain se muestre cauteloso. Pero sus asesores, y el Partido Republicano en general, no ocultan su regocijo ante el desgaste de los dos aspirantes demócratas.
“Se tiene la impresión de que podemos ganar las elecciones, cuando hace seis meses nadie daba dos centavos por nosotros”, comentó Terry Holt, un republicano que asesoró a Bush cuando fue reelegido.
Con un panorama general muy favorable, los demócratas se vanagloriaron de su capacidad de recaudar dinero y de movilizar a la gente durante el 2007, mientras los republicanos sufrían con la baja popularidad de Bush, la oposición generalizada a la ocupación de Irak y pronósticos agoreros para su causa.
Esa dinámica no ha cambiado mucho. Pero todo el mundo, incluidos los demócratas, admiten hoy que McCain luce mucho mejor que hace algunas semanas, mientras que Clinton y Obama se debilitan dándose palos entre sí.
McCain puede hacer campaña sin nadie que se le oponga, en tanto que los dos aspirantes demócratas se tiran dardos y cuestionan la credibilidad del otro. En los últimos días Clinton quedó mal parada al exagerar un relato sobre una visita a Bosnia y Obama estuvo a la defensiva por unos comentarios incendiarios del pastor de su iglesia.
“(MCcain) tiene la oportunidad de presentarse ante la gente como un verdadero estadista, y eso es muy valioso”, dijo Chris Lehane, un ex asesor del presidente Bill Clinton. Destacó que McCain también se beneficia de que nadie lo ponga en evidencia cuando da un paso en falso.
Una de las cosas que más preocupa a McCain es la financiación de su campaña.
La semana pasada asistió a nueve actos de recaudación de fondos en California y sumó 5 millones de dólares a sus arcas. Pero sigue muy rezagado con relación a Obama y Clinton, que en febrero recaudaron 80 millones de dólares, comparados con los 11 que reunió el candidato republicano.