14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El último de muchos yerros de Chávez

BOGOTÁ/AFP La exclusión del presidente venezolano Hugo Chávez como mediador para un canje de rehenes en Colombia fue el epílogo de una historia de desencuentros que, en su origen, incubó la molestia del gobierno colombiano, por haberle creado una tribuna política a la guerrilla de las FARC. “Es el punto culminante de una serie de […]

BOGOTÁ/AFP

La exclusión del presidente venezolano Hugo Chávez como mediador para un canje de rehenes en Colombia fue el epílogo de una historia de desencuentros que, en su origen, incubó la molestia del gobierno colombiano, por haberle creado una tribuna política a la guerrilla de las FARC.

“Es el punto culminante de una serie de roces y desaires” entre Chávez y su homólogo colombiano Álvaro Uribe, que representan “modelos políticos y económicos antagónicos”, dijo Vicente Torrijos, del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario (privada).

Uribe puso fin a la mediación rechazando una llamada telefónica que Chávez realizó el miércoles al jefe del Ejército colombiano, general Mario Montoya, para interrogarlo sobre los secuestrados de las FARC, a instancias de la senadora colombiana Piedad Córdoba, facilitadora del canje.

Pero el incidente con Montoya, que la senadora soslayó indicando que fue una llamada casual, no fue el único durante esos casi tres meses de facilitación. Poco después de dar el aval, Uribe denunció que las FARC no estaban interesadas en liberar a los cautivos, sino que buscaban aprovecharse de la mediación para recuperar espacio político.

“El Gobierno estaba preparando las condiciones para una eventual retirada, por eso todo se fue dando de esa manera”, señaló Fernando Giraldo, ex director de ciencias políticas de la Universidad Javeriana (privada).

Giraldo añadió que Uribe quiere recuperar el control sobre el canje, y aprovecha que Chávez “no fue lo suficientemente delicado”.

“Si el mediador no observa los principios de discreción, comunicación oportuna entre las partes, imparcialidad, y sobre todo no intromisión en los asuntos internos, debilita la confianza y la mediación fracasa”, indicó Torrijos.

Lázaro Viveros, consejero de paz del gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), opinó que el desenlace era previsible. “Se veía venir, hubiera sido otra la excusa, pero tarde o temprano se llegaría al mismo punto”, dijo.

Viveros estimó que en el fondo del problema está la negativa de Uribe a satisfacer la exigencia guerrillera de retirar las tropas de dos municipios para negociar, lo que según la internacionalista Laura Gil “hubiese sido menos costoso”.

“Con el despeje militar se hubiera solucionado esto desde hace mucho rato”, afirmó el ex consejero.

Uribe debía “haber tenido más paciencia con Chávez”, porque “ya sabía de su personalidad; que Chávez tiene una agenda propia, le gusta el protagonismo” y entiende de manera “particular las formas diplomáticas”, dijo a EFE León Valencia, analista y experto en resolución de conflictos.

En cualquier caso, agregó, “me parece lamentable porque Chávez había llegado más lejos que nadie al conseguir que las FARC aceptasen un mediador, cuando siempre han pretendido la negociación directa”.

Internacionales

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí