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La demanda del seis por ciento para las universidades ha estado marcada por violencia y muerte. (LA PRENSA/ Archivo)

Diez años de 6% a base de morterazos

El seis por ciento para las universidades se ha vuelto una obligación para el Gobierno, sin embargo aún hay deuda con la calidad de los estudiantes y se pone en duda la eficiencia de este subsistema Arlen Pé[email protected] VER GRÁFICOEl artículo 125 de la Constitución Política de Nicaragua y la Ley 89 o Ley de […]

  • El seis por ciento para las universidades se ha vuelto una obligación para el Gobierno, sin embargo aún hay deuda con la calidad de los estudiantes y se pone en duda la eficiencia de este subsistema

Arlen Pé[email protected]

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El artículo 125 de la Constitución Política de Nicaragua y la Ley 89 o Ley de Autonomía de las Instituciones de la Educación Superior, han mandado al Gobierno a entregar al Consejo Nacional de Universidades (CNU) más de 4,575 millones de córdobas, en un período de diez años (1995-2004).

Durante este período el CNU ha recibido como de nuevo ingreso en las aulas de las diez universidades miembros, a 149,563 estudiantes, y han graduado a 45,788 profesionales. En contraste, 50 mil es el promedio de bachilleres que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD) gradúa en un año.

Según la Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV) 2001, el 80.3 por ciento de los graduados universitarios están trabajando. Del 19.7 por ciento sin trabajo la tasa mayor es la de mujeres (22.7 por ciento), a pesar de que en las aulas de las universidades tienen más presencia.

“En realidad no sabemos cuánto le han costado al país esos profesionales que hoy tienen un empleo y que contribuyen al desarrollo del país, versus lo que se ha gastado en gente que no está ejerciendo su profesión o se fue”, apuntó Josefina Vannini, directora ejecutiva del Foro Educativo Nicaragüense (Eduquemos).

Del 80.3 por ciento que dijeron tener empleo, el 4.77 por ciento trabaja en empresas del Estado, y el 27.3 por ciento en el Gobierno. Donde se encuentra la mayor cantidad de profesionales que tiene empleo es en actividades privadas (56 por ciento), que no necesariamente corresponden a la carrera para la que estudiaron.

Del resto de universitarios que trabajan hay un cuatro por ciento en entes autónomos, el 1.5 por ciento en el gobierno municipal y el 6.4 por ciento en organismos no gubernamentales.

LEGAL SÍ, PERO, ¿LEGÍTIMO?

El artículo 125 de la Constitución y la Ley 89 dejan claro que el seis por ciento es legal, pero la legitimidad de este presupuesto se ha puesto en duda por la forma en que los universitarios han exigido su cumplimiento.

Los enfrentamientos de los últimos diez años han dejado cuatro muertos: Jerónimo Urbina, estudiante, y Ernesto Porfirio Ramos, trabajador de la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería (EIAG) de Rivas, en 1995; Roberto González, en 1999, estudiante; y el suboficial mayor Róger Rodríguez, policía.

El enfrentamiento del 13 de diciembre de 1995 es uno de los más recordados, por los dos fallecidos y los más de 35 lesionados por armas de fuego, en ese período el ex dirigente de la Unión Nacional de Universitarios de Nicaragua (UNEN), Bismark Santana, perdió una pierna.

Entre los lesionados se puede contar al arquitecto y catedrático de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Javier Antonio Parés, que en los enfrentamientos del 2003 perdió su ojo izquierdo, tras la explosión de una bomba lacrimógena. Dos años después, en mayo del 2005, el policía José Manuel Sánchez pierde su ojo derecho a causa del charnel de un mortero.

Sin embargo, los rectores y los estudiantes universitarios continúan defendiendo la legitimidad del seis por ciento e incluso de los mecanismos de reclamo.

“Según un informe de desarrollo humano de las Naciones Unidas, el 82.3 por ciento de las familias nicaragüenses aspira a que sus hijos realicen estudios universitarios, ¿es legítimo eso o no?”, se preguntó Telémaco Talavera, presidente del CNU.

Por su parte el especialista en educación, Carlos Tünnermann, afirmó que es legítimo para quienes saben lo que significa en un país la educación superior. “Hoy en día la UNESCO dice en uno de sus estudios, que como nunca antes en la historia de los pueblos, su riqueza o pobreza depende de la calidad de su educación superior”, añadió.

¿QUIÉN PAGA?

Talavera culpó de las pérdidas humanas y materiales a quienes incumplen la Constitución y la ley, porque “el resto es un efecto”. Agregó que con las protestas se generan costos y atraso académico, pero sobre todo “la imagen del Gobierno, de las universidades, del país, se ven afectadas y se pierde la oportunidad de unir esfuerzos”.

Por su parte Tünnermann recordó que cuando se quemó una casa frente a la Universidad Nacional Agraria (UNA), los universitarios le construyeron la casa, “pero generalmente nadie asume y eso es lamentable”, comentó.

“Que se ha hecho con la familia del estudiante que murió frente a las puertas de la Biblioteca del Banco Central. No sólo es lamentable lo que sucede con los estudiantes, también con la policía porque son servidores del Estado que están cumpliendo su función, ellos tienen que mantener el orden”, añadió Tünnermann.

¿QUÉ SE HA HECHO?

Actualmente las universidades miembros del CNU son: cuatro estatales: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) Managua; la UNAN-León, Universidad Nacional de Ingeniería, y la Universidad Nacional Agraria (UNA); dos privadas: la Universidad Centroamericana (UCA), y la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería (EIAG), de Rivas; y las dos universidades privadas comunitarias: Bluefields Indian and Caribbean University (BICU) y la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua (Uraccan).

En el libro Tendencias y potencialidades del desarrollo de la educación superior, Carlos Tünnermann manifiesta que desde 1985 hasta 1990 las universidades del CNU tenían el 100 por ciento de la matrícula de la educación superior. A pesar de la proliferación de universidades privadas en la última década, en el 2000 las universidades del CNU mantienen el 62.3 por ciento del total de las matrículas de este subsistema.

De acuerdo a las cifras del CNU, las instituciones han crecido en infraestructura, en número de estudiantes y de maestros que pasaron de 1,727 en 1995 a 2,258 en el 2004.

“Las universidades han crecido en la atención al número de estudiantes que aceptan, hemos pasado de un ingreso del orden de los ocho mil estudiantes, hasta los 19 mil alumnos por año. Por otro lado, han crecido en el número de carreras y por supuesto en número de becas”, expresó Arturo Collado, secretario técnico del CNU.

Los becados del CNU han pasado de 7,043, a más de 14 mil. Para el 2005 el CNU destinó más de 65 millones para el pago de becas. De acuerdo a Collado, esto es solamente para los estudiantes que reciben dinero o beneficios adicionales, porque los estudiantes de las universidades públicas se consideran becados desde el momento que no pagan el total de la mensualidad.

Aseguró que actualmente se ofrecen 654 carreras y no hay departamento que no tenga recinto universitario. “Esto en cierto modo es bueno, aunque no ha sido racional porque no obedece a un plan nacional, simplemente ha obedecido a las necesidades del mercado”, indicó Collado.

“Las universidades del CNU han tratado de adaptarse a planes de desarrollo, pero los planes de desarrollo no toman en cuenta la educación superior, por ejemplo el Plan de Desarrollo actual casi no toma en cuenta este aspecto”, añadió Collado.

INVESTIGACIÓN, UNO DE LOS “ORGULLOS”

Para el 2005 el CNU destinó más de 70 millones de córdobas para investigación. “Hacemos investigaciones aplicadas para el desarrollo de la sociedad, tenemos 35 centros de investigación que responden a problemáticas de naturalezas diferentes para el desarrollo económico y social del país. Hay centros de investigación de historia, biotecnología, desde el enfoque que queramos darle. Nuestras bibliotecas tienen enfoques diferentes a las de la educación básica”, comentó Telémaco Talavera.

Dos de los ejemplos citados por Talavera y Collado en el ámbito del desarrollo de la investigación son: la biotecnología y la camaronicultura, que se trabajan en la UCA. En el caso del Centro de Biotecnología es el único en Nicaragua que realiza pruebas de paternidad.

Collado añadió que otros de los aportes están en el área de la salud, como las prácticas de los estudiantes de Medicina, o el Centro de Enfermería de la Upoli en Las Américas; en el apoyo a la comunidad como el proyecto de construcción de viviendas de la UNI, el apoyo a las comunidades de la costa caribe que dan la BICU y la Uraccan, el desarrollo de nuevas tecnologías de la información en la UNI, entre otros.

Talavera indicó que el seis por ciento solamente se ha entregado en el 2004 conforme a la norma constitucional. “Eso implica que tengamos entre el 12 y 13 por ciento de cobertura universitaria, los profesores más mal pagados de Centroamérica, que tengamos los recintos universitarios que aunque hemos ido desarrollando tienen cuatro, cinco o más décadas y que su renovación requiere de mucha inversión. Los profesores que tienen maestrías y doctorados es gracias a la cooperación internacional que ha apoyado, pero se han tenido que invertir importantes recursos”, explicó.

“ASIGNATURAS PENDIENTES”

Entre las asignaturas pendientes de las universidades, además de la transparencia y las mejoras en calidad que se les solicita en los diferentes debates, las universidades admiten tener asignaturas pendientes como la creación de bibliotecas digitalizadas que se encuentran en proceso, el deporte y la cultura.

En las bibliotecas “se ha ido renovando el acervo bibliográfico de las universidades y todas cuentan con servicios de Internet y hay universidades que tienen los inicios de bibliotecas electrónicas, bibliotecas digitales. Ya estamos trabajando en Internet dos, que es la segunda fase de Internet, que es la Internet para los científicos ¿Quién maneja la Internet en Nicaragua?, lo hace una universidad del CNU, la UNI, los dominios, y ellos manejan el nuevo avance tecnológico”, señaló Collado.

Comentó que en cuanto al apoyo a los graduados están desarrollando un “proyecto bancable”, que consiste en que los egresados en vez de elaborar una tesis hagan un proyecto que se presenta a los bancos y fuentes de financiamiento y que luego es desarrollado. “Pretendemos que el nuevo graduado salga con el pan bajo el brazo, pero este trabajo no se hace a nivel generalizado por falta de proyectos y de recursos”, argumentó.

En el equipamiento tecnológico, el secretario técnico del CNU recordó que luego de los acuerdo con el Gobierno en 1999, “cuando el seis por ciento se estabilizó por cuatro años y se permitió que se accediera a cooperación internacional con apoyo del Gobierno, eso permitió que se mejoraran los laboratorios”, dijo Collado.

Añadió que el CNU está a las puertas de un avance similar con la ejecución del apoyo del Gobierno de España con los Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD), “vamos a ponernos prácticamente en el mejor nivel de Centroamérica”, indicó.

Los logros deportivos, según Collado, se deben a que las universidades apoyan a los estudiantes que están en la edad donde tienen las mayores capacidades físicas, pero admite que en este campo se tiene que avanzar más, y que una asignatura pendiente es desarrollar el deporte desde los primeros niveles educativos.

Señaló que en el caso de la cultura, las universidades han dado muestras de alto nivel a en competencias nacionales e internacionales.

“Cuando se va a ver los aspectos humanísticos de las instituciones, cosas que no son apreciadas, el problema es que en Nicaragua la noticia no es lo bueno, es lo malo. Por otro lado hay que reconocerlo, las universidades no hemos tenido la capacidad, la habilidad de mostrar nuestros resultados y quizá eso es bueno porque no hemos querido decir cuan dependiente es el país de la vida universitaria”, advirtió Collado.

Una de las asignaturas pendientes que se hace obligatoria por las exigencias que desde diferentes debates y foros se le hacen al CNU, es la de mejorar la calidad.

Collado admite que en este sentido se están dando algunos pasos. “Aunque con pasos cortos, estamos en la búsqueda del aseguramiento de la calidad. El CNU no tiene la capacidad jurídica, coercitiva, para decir esta carrera es buena o esta carrera es mala en esta universidad pública o en una universidad privada, y se trabaja en la creación de un Sistema Nacional de Acreditación”, relató.

Señaló que una vez que se alcance esta meta se podrá lograr también el apoyo a los graduados en la revalorización del título, para que los profesionales que salgan y que consigan trabajo, no se vuelvan obsoletos.

SALARIOS DE PROFESIONALES

Según la Encuesta Medición del Nivel de Vida 2001, el 55.9 por ciento de los graduados universitarios ganan menos de cuatro mil córdobas, 23.7 por ciento ganan entre 4,010 y 10 mil. El tres por ciento gana entre 50 mil y 70 mil córdobas, y únicamente el 1.5 por ciento recibe un salario superior a los 130 mil córdobas.

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