Tito Rondón [email protected]
Si empezamos a contar del 23 de mayo, fecha en que casualmente fue ascendido a Grandes Ligas el joven lanzador Dontrelle Willis, hay un equipo que se ha impuesto a todos los demás… y no son ni los Yanquis de Nueva York, ni los Bravos de Atlanta.
El mejor récord desde entonces pertenece a los Marlins de Florida.
¿Cómo sucedió eso? Lo vamos a investigar. Antes de empezar la temporada, nadie daba un maní por los Peces. En esta columna lo dijimos; el corolario era que la contratación del receptor y futuro Salón de la Fama Iván Rodríguez era un desperdicio.
Esos 10 millones que le dieron se podían haber utilizado de muchas maneras, la más importante para sacarle algún añito más al antesalista Mike Lowell.
Por lo menos para no dejar ir a Kevin Millar, o ayudar a pagar a los inmediatos agentes libres A. J. Burnett o Luis Castillo.
ADQUISICIONES CLAVES
Pero el equipo está ganando, y la adquisición del “Pudge” es una razón. Otra es la llegada del lanzador zurdo Mark Redman.
Larry Beinfest, el gerente general, supo ver más allá de su marca de 8-15 con los Tigres de Detroit, ya que su efectividad de 4.21 hoy en día es muy buena para un abridor, y además tuvo el peor apoyo en la Liga Americana, 3.68 carreras por inicio.
Redman además trajo una cualidad: es un luchador. Por eso trasciende una estadística que generalmente es mortal, casi no ponchar a nadie.
Juan Pierre, Juan Encarnación (desde mediados de 2002) y la recuperación de Alex González le cambian la cara al equipo.
Claro que también hubo la contratación fallida de Todd Hollandsworth, pero en general Beinfest lo ha hecho bien.
NO DEJARSE ESTAFAR
Beinfest también se apunta un “diez” al no dejarse sonsacar a un pelotero tan importante como Lowell, posiblemente el mejor antesalista de las Grandes Ligas si tenemos en cuenta su fildeo y que tiene que batear la mitad del tiempo en el húmedo y bajito Miami.
Tampoco ha cedido a los cantos de sirena en el caso de Ramón Castro, otro pelotero más valioso que sus números (y da jonrones y tiene brazo).
No olviden que a ESPN le agarró con que Florida debía enviar a Castillo a los Dodgers a cambio de Alex Cora. No es que Beinfest no vea ESPN, es que los mandó al diablo…
SUBIERON LA APUESTA
Algo clave en el resurgimiento del equipo fue el anuncio que Lowell no sería canjeado. Fue un mensaje al público, pero sobre todo a los peloteros, que el alto mando de los Marlins (encabezado por el dueño, Jeffrey Loria) iba a ir por todas este año. En ese momento los Agujas todavía estaban lejos de luchar por el “wild card”, pero esa inyección de optimismo fue vital.
Luego los Marlins adquirieron al líder en rescates de la Liga Americana, Ugueth Urbina, y más recientemente a Chad Fox. Eso en español quiere decir, “queremos ir a la Serie Mundial”.
Y EL MILAGRO
Por supuesto, lo clave ha venido disfrazado de juventud y genialidad. Ha sido algo completamente imprevisible. La razón de una gran alegría y a la vez la razón de que me repugne hacer predicciones. O las razones, porque son dos.
Willis se ha convertido en un verdadero “stopper”, o sea el que detiene las malas rachas antes de que empiecen. Si se caen en un par de partidos en fila, digamos, de repente es el turno del “Tren D”, y la marcha perdedora se detiene bruscamente.