- Análisis sobre el mercado laboral plantea que la desigualdad de oportunidades laborales profundiza niveles de pobreza
- Los que se dedican a actividades productivas presentan los ingresos más bajos
María Antonia López M. [email protected]
La calidad de vida de la población nicaragüense ha variado negativamente en los últimos años con la implementación de libre comercio y la aplicación de programas de ajuste, situaciones que han derivado en la concentración del ingreso, el aumento de la desigualdad de oportunidades para satisfacer las necesidades básicas, elevado nivel de pobreza y un mercado laboral altamente precario, explica en un estudio, la consultora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), María Rosa Renzi.
El documento denominado “La economía, el bienestar y el mercado laboral en Nicaragua” fue elaborado este año para ser presentado como un instrumento de discusión para organizaciones de la sociedad civil y en él vincula la situación de pobreza y el nivel de ingreso que tienen los hogares actualmente.
Parte de las observaciones hechas por Renzi, precisan que la creciente desigualdad del ingreso en el país, se deriva también del tipo de ocupación que tiene la población. Hay un predominio de la fuerza laboral dedicada al trabajo productivo, sector donde la paga es mucho más reducida que en otras áreas, lo que a su vez está marcando una ampliación de la brecha entre el trabajo calificado y no calificado.
Para citar un ejemplo, mientras un asalariado en el 2001 percibía ingresos promedios de 1,864 córdobas un peón acumulaba mensualmente 805 córdobas, en tanto la categoría de patrón registra una paga promedio de 6,756 córdobas.
MENOS TRABAJADORES
Aunque el mismo estudio revela que en los últimos 10 años el salario promedio nacional ha subido, la masa de trabajadores se ha reducido; por tanto, incrementa la cantidad de personas que tienen menos acceso a ese beneficio.
También destaca el hecho de que el ingreso obtenido en el sector formal laboral lo generan en un 79 por ciento los hogares con jefatura masculina, mientras en aquellos donde la mujer manda, los niveles de pobreza aumentan.
La especialista recomienda que para mejorar el nivel del ingreso en los hogares nicaragüenses, se debe atender de forma subsidiaria a los más desfavorecidos con acciones tendientes a la capacitación técnica para dar mayores oportunidades en el mercado laboral.
A su vez, fortalecer las pequeñas y medianas empresas aumentando sus niveles de competitividad para que a su vez, aumenten su producción y generen más empleo.
También indica la necesidad de reconocer que el crecimiento económico del país no es suficiente para erradicar la pobreza si no se trata de incentivar a la población para evitar mayor migración como una salida al problema y puedan insertarse en actividades económicas.
MEDICIÓN DE LA POBREZA
Según la consultora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, María Rosa Renzi, la pobreza no debe reducirse a una simple interpretación sobre las carencias económicas, sino también a las ligadas a la libertad, la participación, la justicia así como se asocia a la política, en tanto la falta de poder, de la que carecen los desprotegidos de la sociedad.
En Nicaragua la medición de la pobreza es muy reciente, un primer acercamiento se hizo en la década de los setenta practicada por un organismo internacional, a nivel gubernamental se realizó hasta 1985 con la práctica de la encuesta socioeconómica.
Es hasta 1991 cuando hay un replanteamiento sobre la medición de la pobreza, el elemento principal no está basado en la satisfacción de las necesidades básicas sino en la capacidad de llenar esos vacíos.
Es así como se incorpora el elemento de bienestar y pobreza en Nicaragua, pero los mismos son calculados por diferentes métodos de medición: por necesidades básicas insatisfechas, línea de pobreza, combinación de ambos, el índice de desarrollo humano y el de vulnerabilidad social.
La extrema pobreza rural supera cinco veces a la de las zonas urbanas. Las limitaciones económicas en los hogares impiden que los padres den educación formal a sus hijos. Los niveles de pobreza están asociados a la insuficiencia de recursos.