Rosario Mendoza Corea [email protected]
Aunque en Nicaragua no se conocen las cifras exactas de los afectados por el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (Sida), en los últimos tres años se han detectado unos setenta casos de niños con esta enfermedad, que de continuar este comportamiento, en unos cinco años la cifra podría ser el doble o más, según el representante de Unicef en Nicaragua, Juan Aguilar.
De éstos, se registran 22 casos en el grupo de 0 a 14 años, y entre los de 15 a 19 años 58 casos, y esto es relativamente bajo, comparado con los otros grupos de edad, pero aquí lo que tenemos que ver es que la epidemia está empezando a ser trasladada de grupos de mayor riesgo a los de menor riesgo, que no tienen ninguna responsabilidad en el tema.
TRIPLE MORAL
“En Nicaragua desafortunadamente existe una doble o triple moral, especialmente cuando hablamos de los temas de educación sexual. Hay grupos que se oponen a que la población sea educada adecuadamente en cuanto a la forma de transmisión de ésta y otras enfermedades, y esto sólo está retrasando la única posibilidad de poder hacer frente a la epidemia”, afirma.
Dijo que ese organismo no se opone a la decisión de la abstinencia o la fidelidad. “Pero entendemos que hay personas con conductas sexuales de riesgo, y la única manera de prevenir es el uso de preservativos, pero basta con que se hable de esto para que se entre en un conflicto de otro tipo, que no tiene nada que ver con la prevención”, señala Aguilar.
“No quiero convencer a grupos católicos para que promuevan abiertamente el uso del condón porque no es su papel, está bien que promuevan la fidelidad y [la] abstención, pero la discrepancia es con los grupos que no quieren seguir esas enseñanzas. Entonces con estos otros, déjennos el espacio para que otros grupos podamos difundir la prevención, sin que esto signifique promover el libertinaje sexual como se ha dicho”, dijo el representante de Unicef.
El funcionario invitó a los grupos oponentes a la educación sexual a llegar a un entendimiento, ya que, a su juicio, al oponerse al desarrollo de actividades de prevención, estos grupos podrían tener responsabilidad en el aumento del Sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
“Si no actuamos en este momento podemos estar pronto en la situación de Honduras, donde hay entre 15 y 20 mil casos”, advirtió el funcionario.