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Kofi Annan, un titán de la paz mundial

María Elena Artola Juá[email protected]

El 8 de abril de 1938 nació un niño sagaz que traería la compleja misión de buscar la paz y defender la justicia social.

Este advenimiento se produjo en Kumasi, Ghana, África Occidental, franja Sur del Sahara, sin que sus padres sospecharan, ni remotamente, que estaban trayendo a la humanidad a un titán de la paz mundial.

Se trataba de Kofi Annan, Premio Nóbel de la Paz y séptimo Secretario General de las Naciones Unidas (1997-2006), quien visita Nicaragua (13 y 14 de marzo) como parte de una gira que incluye El Salvador y Honduras, para conmemorar diez años de paz en la región.

Está casado con la abogada sueca, Nane Annan. Tienen tres hijos. Habla inglés, francés y varios idiomas africanos. Ingresó a la ONU en 1962. Es economista con postgrados y maestrías, pero sobre todo, humanista por antonomasia.

Goza de una encomiable trayectoria en la búsqueda y mantenimiento de la paz universal. Ha propugnado por una alianza global con la participación de dirigentes de los sectores económicos, empresariales, sindicales, gubernamentales y de la sociedad civil, para propiciar que los pueblos del mundo compartan los beneficios del desarrollo e introducir en el mercado mundial, valores y prácticas que contribuyan a satisfacer las necesidades socioeconómicas de todas y todos.

Son incontables sus hazañas y logros. Trataré de sintetizar algunas prioridades: Renovación de las Naciones Unidas; buscar nuevos asociados “acercando las Naciones Unidas a la gente” para vigorizar su trabajo planetario; reforzamiento de su rol tradicional en las esferas del desarrollo, mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; fomento y promoción de los derechos humanos, del imperio del derecho y los valores universales de igualdad, tolerancia y dignidad humana, consagrados en la carta de la ONU; y la restauración de la confianza de los pueblos en esta organización.

La promoción de la paz duradera y el desarrollo humano sostenible son sus estandartes. Ha ubicado como tarea central de la ONU la erradicación de la pobreza y como preocupación central la respuesta mundial al SIDA. África, como región más desfavorecida, está en el centro de sus afanes.

Irradia especial preocupación por las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Bajo su mandato, Naciones Unidas, a través del PNUD, creó el Premio Carrera Contra la Pobreza, dedicado en el 2000 a la prevención del VIH. Por América fue galardonada la nicaragüense Rita Arauz Molina, por sus logros durante años de trabajo en ese contexto. Este insigne líder mundial, destina esfuerzos para mejorar la condición de la mujer y promover oportunidades para todas.

Sus colegas del Sistema de Naciones Unidas en Nicaragua manifiestan satisfacción por su visita a Centroamérica y particularmente a Nicaragua.

El doctor Juan Aguilar León, representante de UNICEF en Nicaragua observa que en el Informe del Milenio, “Nosotros los pueblos: la función de las Naciones Unidas en el siglo XXI”, Kofi Annan, pidió a los Estados Miembros se comprometieran a desarrollar un plan de acción para eliminar la pobreza y la desigualdad; mejorar la educación; reducir el SIDA; salvaguardar el medio ambiente; y proteger de conflictos y violencia, a los pueblos. Este plan sirvió de plataforma de la Declaración del Milenio, septiembre 2000.

El doctor Patricio Rojas Lara, representante de la OPS/OMS, asegura que “la visita del Secretario General de las Naciones Unidas a Centroamérica y particularmente a Nicaragua, es un acto simbólico lleno de significado. Viene a conmemorar 10 años de concordia. Trae como único punto de agenda, celebrar la paz. Su visita es un gesto de reconocimiento por mantener esta paz que les ha costado tanto dolor y muerte”.

La historia de la humanidad, es la historia de personas concretas con sus peculiaridades, talentos, observancia e influencia de las condiciones socio-económicas del país y de la época. Y justamente, Kofi Annan es un genuino paradigma de lo que podemos hacer, cada uno (a) desde nuestras posibilidades, para la construcción del gigantesco edificio universal del nuevo pensamiento humanístico que potencie en cada Ser Humano lo mejor de sus cualidades esenciales para afianzar la paz sempiterna y la justicia social, sin exclusiones. Estamos sobre la marcha, ¡sigamos adelante!

La autora es periodista.  

Editorial
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