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Con deudas y sin financiamiento

Martha Danelia Corea [email protected] Los productores de sal, no sólo tienen que cargar con la caída que ha tenido el precio de este rubro, sino que también con una deuda superior a los dos millones de córdobas que tienen con diferentes instituciones de microfinanzas. “Tenemos una deuda de dos millones y medio de córdobas todo […]

Martha Danelia Corea [email protected]

Los productores de sal, no sólo tienen que cargar con la caída que ha tenido el precio de este rubro, sino que también con una deuda superior a los dos millones de córdobas que tienen con diferentes instituciones de microfinanzas.

“Tenemos una deuda de dos millones y medio de córdobas todo el gremio salinero, eso es lo que más o menos sacamos nosotros (que le debemos) a diferentes instituciones”, declaró José Guerrero, propietario de la salinera El Coral.

Ante esta situación y debido a la caída del precio de la sal, dijo, los productores están solicitando la reestructuración de sus deudas para comenzar a trabajar.

“Todo mundo está trabajando con dificultades, la mayoría del gremio salinero está endeudado, solicitaron una reestructuración de crédito, pero ha sido imposible. Se habló con el nuevo presidente ,don Enrique Bolaños, sin embargo, no ha dado ninguna respuesta, se está esperando hasta después del 10 de enero (que tome posesión), que es donde existen expectativas de que tal vez resuelvan algo”, comentó Guerrero.

Orlando Pérez (padre), salinero de la zona de El Tamarindo, expresó que “este año trabajamos con las uñas porque estamos enjaranados y ya no queremos seguirnos enjaranando”.

Por este motivo los productores han perecido por la falta de financiamiento para iniciar a operar la zafra 2002.

“Muchas de las salinas no han empezado a trabajar por falta de financiamiento. Para comenzar a trabajar se requieren de dos millones de córdobas para todo el gremio con préstamos que van desde 10,000 hasta 100,000 córdobas”, agregó José Guerrero.

El financiamiento requerido es para iniciar reparación de tanques, pilas, compra de nuevos equipos, reparación de motores. “Siempre se necesita capital para arrancar”, indica Guerrero.

Nicolás Rojas, propietario de la salinera Solymar, ubicada en El Tamarindo, expresó que los productores empezaron a trabajar con recursos propios, luego consiguieron financiamiento de las instituciones de microfinancieras.

“No recibimos financiamiento de los bancos comerciales, sólo de instituciones microfinancieras, y, por el precio de la sal, no hemos podido pagar nuestro financiamiento”, agrega Rojas.

Mientras que el productor Orlando Pérez hijo, expresó que uno de los problemas con el crédito otorgado por las microfinancieras son los plazos.

“Trabajos con financiamiento de microfinancieras que nos dan a plazos cortos, y si nos prestaran a precio más largo, la sal la daríamos a precio regular, pero como tenemos que pagar, entonces tenemos que vender la sal a como esté”, agregó Pérez.

El gremio salinero fue otro de los sectores afectados por el paso del huracán Mitch en octubre de 1998.

El Mitch dejó completamente arruinados a muchos salineros, que no se pudieron recuperar luego de ocurrida la catástrofe.  

Economía

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