- En Tipitapa, alrededor de 150 jóvenes se comprometen a vivir en hermandad, lo que es un aliciente para la tranquilidad y seguridad ciudadana
- Es fruto de la nueva visión policial con los comités organizados por pobladores para erradicar la violencia y ayudar a los jóvenes
Juan Ignacio [email protected]
Unos 150 jóvenes que conformaban los grupos juveniles autodenominados “Los Malditos”, “Los Batos Locos” y “Los Choyines”, todos habitantes del Barrio Orontes Centeno, de Tipitapa, depusieron sus armas, y como una muestra de hermandad y tranquilidad se dieron un fuerte apretón de manos ayer.
En presencia de más de un centenar de vecinos del sector, autoridades de la Policía y padres de familias, los ahora ex pandilleros prometieron no volver a enfrentarse en los pleitos callejeros que protagonizaban, y que tanto han atemorizado a los pobladores.
COMITÉ DE BARRIOS
Neyra Fornos y Lilieth Acosta Soza, miembros de los dos comités que atienden desde julio del año pasado a los “Batos Locos”, “Los Choyines” y “Los Malditos”, explicaron que el proyecto de desarme de los pandilleros es un esfuerzo para erradicar la violencia entre los jóvenes del mismo barrio, donde los problemas sociales son los mismos.
La señora Fornos refirió que muchas veces arriesgó su vida al verse entre el fuego cruzado de los tres grupos juveniles que sin compasión alguna trataban de matarse, “la mayoría de veces por el puro gusto de demostrarse que no se tenían miedo”, apuntó.
DEMANDAN APOYO PARA REINSERCIÓN JUVENIL
La joven Acosta Soza manifestó que darán seguimiento a la tregua asumida por los grupos, “pero necesitamos apoyo de otras instituciones para lograr la inserción de los muchachos que piden trabajo, educación y una oportunidad para ser alguien en la vida”, expresó.
El capitán Juan Valle Valle, jefe de Seguridad Pública de la Policía Nacional en Tipitapa, informó que desde el mes de junio pasado están trabajando con los comités formados por pobladores del sector, interesados en bajar el índice de violencia que les rodea.
“A pesar de que no tenemos dinero, no vamos a dejar caer el proyecto y no vamos a permitir que nuevamente se escuchen los disparos de las escopetas hechizas que mantienen alterados los nervios de niños y adultos”, indicó.
UN PROYECTO PARA DESAPARECER LAS PANDILLAS
El subcomisionado Fernando Borges, jefe de la Policía de Tipitapa, expuso que esta desmovilización de jóvenes en conflicto es el inicio de un proyecto a largo plazo, y que “vamos a tener éxito en desaparecer a las pandillas en Tipitapa, le vamos a poner mano dura porque la población está cansada de tanta guerra”.
-Víctor Zelaya Sanarrusia, de 25 años y miembro de uno de los grupos juveniles, dijo que “ya era hora que se calmara la violencia en el barrio, no podías caminar tranquilo por el sector porque en cualquier momento te caía la pandilla contraria, y si no te defendías o corrías, te atacaban”.
-Armando José Reyes, de 20 años, manifestó que espera que la sociedad civil les ayude a todos a salir adelante, porque muchos de los integrantes de los grupos son jóvenes con muchas capacidades que pueden servir más a la comunidad