- Proyecto asistencial del PMA suple de nutrientes básicos a 95,000 niños del país en edad preescolar
Amalia [email protected]
Entre las ocho y las once de la mañana, 74 niños de la comunidad el Dulce Nombre de Jesús en Ciudad Darío, juegan y comen como en su casa.
Parecen hijos de cinco madres, las tres promotoras que los cuidan y las dos mujeres que les cocinan.
No se trata de una guardería común a la que sus padres deben pagar porque les vean a sus hijos, sino de un Comedor Infantil Comunitario, CICO, que brinda atención preescolar y un almuerzo gratuito a los menores de seis años.
La atención corre por cuenta del Ministerio de la Familia, Mifamilia, y la comida por el Programa Mundial de Alimentos (PMA). En cambio, la preparación de los alimentos, es obra de las madres de la comunidad con hijos en el CICO.
Ese almuerzo, entre otras cosas, decide la asistencia de los niños al centro.
Cuando no existía ese aliciente alimenticio al comedor no llegaban ni 50 niños. Pero desde que el Comité Evangélico Pro Ayuda al Desarrollo, CEPAD, comenzó con la ayuda alimentaria y luego la retomó con fuerza el PMA, el interés de la comunidad por el comedor creció.
Sin embargo, los niños de Dulce Nombre de Jesús no son los únicos que reciben almuerzo. El PMA, cuyos propósitos son mejorar el grado de nutrición en menores de los municipios más pobres del país, y contrarrestar los niveles de deserción escolar, procura ese beneficio a 95,000 niños.
La comida, que se garantiza de lunes a viernes, se canaliza a través de los 1,861 comedores comunitarios infantiles.
CONTRAPARTE: HUERTAS
Aunque este programa asistencial tiene una vida de cinco años más en el país, el PMA hace énfasis en las comunidades, en que pese a su pobreza deben crear alternativas de alimentación.
Conscientes de eso, la gente de Dulce Nombre de Jesús ha procurado crear un huerto, sin embargo, en la época seca que predomina en la zona es casi imposible mantenerlo.
“No se puede por el asunto del riego”, dice Natividad Mejía, una líder de la comunidad.
POCOS NIÑOS EN PRE-ESCOLAR
– Se estima que en Nicaragua sólo el 75 por ciento de los niños acuden a la escuela primaria, el 32% a la secundaria, y apenas un 26 por ciento a preescolar. Eso significa menos de 200 mil niños.
– Para mejorar la poca cobertura y los niveles de retención, el PMA mantendrá el programa por cinco años más en el país, con lo cual pretende beneficiar a 452,000 menores y a madres embarazadas, y lactantes en situación de riesgo.
– Hasta ahora, además de los niños de preescolar, el programa alimentario ha beneficiado a 195,000 de primer grado, de segundo y multigrado. A ellos se les ha proporcionado cereal y dos galletas nutritivas.