14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Pobreza y riqueza sin fronteras

Esta semana se llevó a cabo en Liberia, Costa Rica, y en La Virgen, Nicaragua, un foro de los vicepresidentes de ambos países, denominado “La pobreza no conoce fronteras”. Dicho foro fue auspiciado por la Fundación Rockefeller y su objetivo era discutir diversos proyectos de desarrollo de las poblaciones fronterizas de los dos países.

Según informaciones oficiales, los proyectos de desarrollo humano en la zona fronteriza del sur forman parte del programa general del Gobierno de lucha contra la pobreza extrema, que comprende a 60 municipios de toda Nicaragua. Y para su modo de operación, se pretende aprovechar la experiencia costarricense del llamado “Triángulo de Solidaridad”, que se implementa allá desde 1998 a base de la acción conjunta y coordinada de la población, las autoridades municipales y el Gobierno Central. En realidad, el “Triángulo de Solidaridad” es parte de un proceso muy avanzado –respecto a Nicaragua- de descentralización institucional, que traslada a las municipalidades y las comunidades, la responsabilidad en la formulación y aplicación de la política social del Estado

En el caso de Nicaragua, que en relación con Costa Rica está sumamente atrasada, apenas se está en la fase de tratar de sacar de la miseria a las poblaciones de los 60 municipios más pobres de todo el país, y en el caso específico de la frontera sur, a unas 100 mil personas que viven en esa zona que paradójicamente es inmensamente rica y pobre al mismo tiempo.

En cuanto a los recursos económicos que se necesitan (casi 15 millones de dólares) para implementar los proyectos de educación, salud, vivienda, agua, electricidad y saneamiento ambiental que beneficiaría a las poblaciones fronterizas nicaragüenses, se conoce que el gobierno aportará una cantidad de sus propios fondos de Acción Social pero la mayor parte del financiamiento se espera obtener de la cooperación externa.

Al respecto es necesario considerar que la misma zona fronteriza del sur posee el potencial de riqueza suficiente, no sólo para que sus poblaciones pudieran salir de la miseria sino también para colocarlas entre las más prósperas de Nicaragua. Nos referimos a los recursos naturales que los costarricenses han venido explotando en la industria turística con gran éxito desde hace varios años, en tanto que los nicaragüenses nos hemos quedado a lamentar lo que hacen los ticos y a suplir la falta de una política de fronteras y de una estrategia de desarrollo nacional y de las zonas fronterizas, con la ardiente retórica nacionalista sobre nuestros derechos soberanos en el San Juan.

La verdad es que en medio de tantas desgracias naturales y políticas que ha sufrido Nicaragua, también nos ha tocado la suerte de contar en nuestra tierra, y específicamente en la frontera sur, con inmensos y valiosos recursos naturales, como el lago de Nicaragua, el río San Juan, la lujuriosa selva tropical, una rica flora y fauna y, en fin, todo un conjunto de condiciones que bien aprovechadas promoverían el turismo ecológico y de descanso y facilitarían el desarrollo en especial de esa zona y de todo el país en términos generales.

Lo que hace falta es desarrollar obras de infraestructura capaces de atraer y sostener el turismo y el ecoturismo en particular. Inclusive, habría que crear allí una especie de zona franca turística, como sugieren algunas personas expertas en la materia, para ofrecer a los inversionistas los adecuados incentivos materiales. Así como también se debería atraer a los inversionistas y a los turistas con el fortalecimiento de la seguridad jurídica, estabilidad política y administraciones central y locales, cuyos miembros no se dediquen a competir deslealmente con los empresarios privados independientes.

Los proyectos de desarrollo humano como los que se discutieron esta semana en el foro “La pobreza no conoce fronteras”, son imperiosamente necesarios para ayudar a la gente que vive en la extrema pobreza, a salir de ella. Pero así como la pobreza no tiene fronteras, la riqueza tampoco las tiene, sólo que hay que crearla mediante el trabajo, la apertura de oportunidades a la empresa privada y el aprovechamiento racional de nuestros propios recursos naturales, incluyendo sobre todo el inmenso potencial turístico que tiene el país.  

Editorial
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí