Este viernes 10 de enero de 2025 se cumplen 47 años del asesinato de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el legendario director de LA PRENSA, consagrado por el pueblo y la historia como Mártir de las Libertades Públicas de Nicaragua y Héroe Nacional.
Pedro Joaquín Chamorro Cardenal nació en Granada el 23 de septiembre de 1924, fruto del matrimonio de don Pedro Joaquín Chamorro Zelaya y doña Margarita Cardenal. Y murió el 10 de enero de 1978, a los 54 años de edad, asesinado en el antiguo centro de Managua por matones profesionales armados con escopetas, pagados por algunos de sus más rabiosos y mortales enemigos políticos.
Pero “el doctor Chamorro”, como le decían las personas que lo querían y lo respetaban, o simplemente “Pedro” como lo llamaban los miembros de su familia y amigos más cercanos, cumplió con creces la tarea que le dictó su destino político, personal e histórico.
En efecto, el doctor Chamorro Cardenal cumplió la tarea de fijar en la conciencia nacional la importancia primordial de la libertad de prensa y el ejercicio de un periodismo profesional, veraz y responsable, al mismo tiempo que estuvo comprometido con la defensa de los intereses nacionales y populares, para construir ciudadanía y alumbrar la necesidad de la libertad y la democracia que son indispensables para vivir dignamente.
El doctor Chamorro Cardenal cumplió también la tarea de concienciar a la sociedad sobre la suma importancia y necesidad de luchar por una república democrática, sostenida por las columnas de la libertad, la justicia, la democracia y el Estado de derecho. Y cumplió además la magna tarea que le dictó su destino histórico de motivar con el sacrificio de su propia vida el masivo alzamiento popular insurreccional que en julio de 1979 puso fin a la dictadura dinástica somocista.
El doctor Chamorro cumplió finalmente la tarea de fijar en el ideario político de los nicaragüenses, que tienen la ilusión y la esperanza de una vida mejor, la certeza de que Nicaragua volverá a ser república.
La verdad es que Nicaragua volvió a ser República, aunque no con la toma del poder por los sandinistas que impusieron otra dictadura, sino a partir de que la viuda y heredera del legado político y moral del doctor Chamorro Cardenal, doña Violeta Barrios de Chamorro, asumió la Presidencia de Nicaragua en abril de 1990 después de que con el apoyo de la Unión Nacional Opositora (UNO) derrotó en las urnas electorales a Daniel Ortega y el FSLN.
No fue aquella una república plena, como la quería y proponía el doctor Chamorro Cardenal, porque el balance de las fuerzas políticas en el poder y en la sociedad no lo permitía. Sin embargo, con mucho sacrificio, en medio de inmensas dificultades y desafiando y derrotando los malévolos sabotajes sandinistas, Nicaragua avanzó poco a poco en la dirección correcta hasta que la transición democrática fue frustrada, en 2006, por la traición de personajes políticos poderosos e influyentes dominados por la codicia y pervertidos por la corrupción.
Debido a eso, una forma de dictadura totalitaria peor que la de los años ochenta del siglo pasado se impuso en Nicaragua. De manera que a pesar de que el doctor Chamorro Cardenal cumplió su gran tarea política personal e histórica volvió a quedar pendiente de cumplimiento su agenda de la nueva república democrática de Nicaragua.
Pedro Joaquín Chamorro Cardenal dejó delineada la agenda de la nueva república democrática de Nicaragua en el legado imperecedero de sus editoriales de LA PRENSA. El poeta y escritor nicaragüense Mario Cajina Vega resumió esa agenda republicana del doctor Chamorro Cardenal en su libro La Patria de Pedro: se trata de construir una sociedad en la que prevalezca “el amor a la libertad, el respeto a la dignidad de la persona humana y sus derechos inalienables, y la necesidad de unir a los nicaragüenses en una República Pluralista independiente, basada en el progreso, en la paz y en la integridad administrativa”.
“Tales son los lineamientos insoslayables de la ética, de la filosofía política y de la mística de Pedro Joaquín”, dice Cajina Vega en su libro, disponible en la Biblioteca en línea del expresidente Enrique Bolaños.
En conclusión, los enemigos de la libertad y la democracia pudieron matar físicamente, hace 47 años, al doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Pero su espíritu y su legado político e intelectual viven en LA PRENSA, en la historia nacional y en el corazón del pueblo de Nicaragua que tiene la fe y la esperanza en que Nicaragua volverá a ser República.