14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La liberación de Nicaragua como un milagro

0:00

Monseñor Silvio Báez ofició el 4 de enero una misa en la parroquia de San Vicente de Paul, de Los Ángeles, California, Estados Unidos, y expresó en esa oportunidad que la liberación de Nicaragua será un milagro.

El obispo Báez exhortó a los nicaragüenses a no perder la esperanza y orar por “el milagro de la liberación de Nicaragua”. “Los momentos que vivimos son de gran incertidumbre, de mucha oscuridad. Pareciera que se han cerrado todos los caminos de esperanza para un futuro mejor para nuestra patria, pero no es así”, expresó con su voz profética el prelado nicaragüense.

“No perdamos la esperanza, no perdamos la confianza y oremos mucho este año, para que el Señor nos conceda el milagro que todos los nicaragüenses anhelamos… la historia está en manos del Señor y Él va a permitir que Nicaragua pueda resucitar a una vida nueva”, indicó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, quien por voluntad del papa Francisco se mantiene en su cargo eclesiástico en Nicaragua, a pesar de que desde hace más de cinco años vive en el exilio.

En el mensaje de monseñor Báez dirigido a todos los nicaragüenses, no solo a los católicos, hay una combinación de fe religiosa con optimismo histórico y confianza en un futuro mejor para Nicaragua.

Según el Catecismo de la Iglesia católica, un milagro es “un signo o prodigio… que sólo puede atribuirse al poder divino”. Algo que Jesucristo concede “a los que acuden a Él con fe” y “testimonian que Él es el Hijo de Dios”.

Pero aparte del concepto religioso, el diccionario del idioma español explica que milagro no solo es un hecho que no se explica por las leyes naturales porque es de origen divino. Milagro es también un hecho extraordinario y maravilloso que ocurre en algún momento en la vida de las personas y de las naciones.

Por ejemplo, se considera un milagro “la supervivencia de alguien en un accidente que parecía imposible de superar”; o la recuperación de una enfermedad mortal, como algunas formas muy graves de cáncer; o la ocurrencia de hechos que súbitamente cambian para mejorar la vida de la gente, incluso cuando las circunstancias son improbables.

¿Y cómo no podría ser maravilloso y extraordinario, o sea un milagro, el fin de una dictadura atroz que parece invencible y el triunfo de la libertad y la democracia en Nicaragua?

Por supuesto que no se debe esperar que ese milagro caiga del cielo. Los nicaragüenses que anhelan la libertad y la democracia tienen que aportar su esfuerzo propio para poner fin a la dictadura y abrir el camino a una transición democrática.

Ora et labora (reza y trabaja) dice la locución latina que figura en la entrada de los monasterios benedictinos, o sea de los monjes de la Orden de San Benito. Significaba en su origen y sentido estricto que los monjes no podían vivir solo de la oración, debían alimentarse con el fruto de su propio trabajo. Y en sentido general, aplicado al interés en un gran propósito, significa que se debe trabajar para hacerlo realidad.

En el caso de poner fin a la dictadura y conquistar la democracia, se trata de que la gente creyente debe orar con fe pero también organizarse y luchar, en la medida de sus capacidades y de acuerdo con las circunstancias, para que se realice el milagro de la liberación de Nicaragua que anuncia monseñor Báez.

Editorial
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí