Cada 7 de diciembre, el dictador Daniel Ortega permite un vistazo a su vida familiar, para presumir la celebración privada de la “Gritería” en su residencia ubicada en El Carmen, Managua, que también es el despacho presidencial y la dirección del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
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La “Gritería” es un evento tradicional en Nicaragua, celebrada por la Iglesia católica, uno de los sectores más atacados, perseguidos y hostigados por la dictadura. Consiste en cantar a la imagen de la “Virgen Inmaculada Concepción de María”, madre de Jesucristo, según la historia bíblica en la tradición cristiana.
Los católicos salen a las calles a buscar altares a la Virgen en las casas de otros católicos que abren sus puertas a los peregrinos. La tradición es cantar alabanzas a la Virgen: “Tu gloria, tu gloria”, “Toda hermosa”, “Salve Virgen bella”, entre las más populares.
Los cantos a la Virgen terminan con el grito: “¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María! Generalmente los anfitriones reparten golosinas, comida o juguetes a los peregrinos.
Celebración privada
Sin embargo, Ortega y su esposa, Rosario Murillo, realizan una Gritería privada, reunidos con sus familiares y personas de confianza más cercanos, en un evento que cada año se ve más ostentoso entre sus numerosos nietos que cada año aumentan.