Mariana Jarquín es una nicaragüense de 24 años que trabajó durante tres años en el call center Accedo Technologies SA, cuyas instalaciones están ubicadas en en el kilómetro 14.9 carretera de Masaya a Managua. Cuando comenzó a trabajar tenía 21 años y cursaba el tercer año de la carrera Enseñanza de Inglés en una universidad capitalina, hoy la joven es una de las decenas de extrabajadores de la empresa que denuncian el incumplimiento de pagos de bonos y liquidaciones.
“Empecé a trabajar desde el 2021, entré a ese call center porque era el que me quedaba cerca de mi casa y al principio no escuché malas referencias, tampoco me metí a investigar”, contó Jarquín a LA PRENSA.
La joven, originaria de Masaya, comentó que durante los primeros años todo funcionó con normalidad y siempre le pagaban su salario mensual de 600 dólares —divididos en dos quincenas— y 200 dólares en concepto de bono por asistencia y por cumplimiento de metas.
“Al inicio me pagaban todo, pero desde agosto del 2023 me empecé a preocupar porque no me estaban pagando a tiempo, me retrasaban mi pago dos o tres días, pero después pasaban semanas y meses sin pago y cuando me pagaban me daban solo la mitad del salario, y uno trabaja porque uno necesita dinero”, explicó.
La extrabajadora de Accedo Technologies SA compartió que cuando iba a preguntar a recursos humanos “nos decían que no llegó el de recursos humanos… que no te pueden dar detalles o si te van a pagar. Ni siquiera me mencionaban que tenían problemas financieros ni nada”.
Por los retrasos en el desembolso de sus pagos y bono, Jarquín decidió renunciar en noviembre de 2023. “Decidí irme porque ya no me gustaba la situación, cuando renuncié a los 10 días me llevaron a firmar y me sacaron el detalle de mi liquidación y lo que me debían de los bonos”, compartió.
Accedo Technologies es una empresa que se especializa en servicios telefónicos de atención al cliente y en el 2014 contaba con 700 trabajadores, cifra que ha ido aumentando con el pasar de los años. También se dedican al desarrollo de aplicaciones, levantan textos y manejan base de datos de multinacionales norteamericanas.
Este Diario intentó, desde finales de octubre, contactarse con la dirección de Accedo Technologies SA para conocer su versión, sin embargo no contestaron nuestros correos electrónicos.
Le deben más de 100 mil córdobas en concepto de liquidación
A Jarquín, Accedo le tenía retrasado tres bonos de 200 dólares, esos sí se los pagaron. No obstante, la liquidación que le dijeron que llegaría en seis meses nunca la recibió. Ella laboró como agente bilingüe de soporte técnico.
“Pasó un mes, dos meses, tres meses y llegaron los seis que ellos me habían dicho que me iban a pagar y tampoco recibí mis 108,608 córdobas de liquidación”, aseveró.
Ante la situación, Jarquín no se quedó quieta y buscó realizar sus trámites en su departamento para que la empresa le pagara lo que por ley le debían, no obstante como le dijeron “que estaba fuera de la jurisdicción de mi departamento, me fui al Ministerio de Trabajo (Mitrab) y posterior a los Juzgados de Managua, donde empezó el proceso en julio de este año y en octubre se realizó la primera audiencia”.
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Jarquín es representada por una abogada puesta por el Mitrab y el día de la audiencia el responsable de recursos humanos de Accedo Technologies no se presentó. “Jasson Rivera, quien es el responsable de Recursos Humanos, no se presentó. La jueza dio tres días de prórroga, que ya se cumplieron, y no han dicho nada. Mi abogado me dijo que hay que revisar si han metido algún recurso de amparo, pero si no lo meten se procedería a la segunda audiencia”, explicó.
La joven nicaragüense comentó que su caso no es aislado, dado a que hay decenas de excompañeros del call center que viven una situación similar. En la página de Facebook de Accedo no hay ninguna publicación que no tenga un comentario de reclamo que dejan extrabajadores del lugar por incumplimientos de deberes como pago de salarios, bonos e incluso liquidaciones. En ocasiones esos comentarios son restringidos.
“Tengo una compañera que ya cumplió un año de que llevó su caso al Mitrab, a otro compañero lo acaban de despedir sólo porque insistía en preguntar cuándo le pagarían el dinero de los bonos atrasados, a él le aplicaron el artículo 45 del Código del Trabajo, no le dieron ninguna explicación”, afirmó.
“Cada día pierdo las esperanzas que me paguen”
A medida que avanza el tiempo, Jarquín, quien cumplió un año en espera de su liquidación, confesó que “pierdo las esperanzas que me paguen mi dinero”. La joven laboraba de lunes a viernes diez horas, entraba a las 7:00 a.m. y salía a las 5:00 p.m. Contaba con media hora para el almuerzo y dos recesos de 15 minutos cada uno.
La nicaragüense no cree que el call center esté en dificultades económicas dado que “siguen contratando a personas”, e indicó que decidió llevar su caso por medio del Mitrab para mayor seguridad.
“He escuchado que es mejor llevar el caso con el Ministerio del Trabajo porque ellos han llegado a completar casos, de hecho mi abogada me dijo que son más de 50 casos los que tienen pegados ahorita, y en la mayoría de casos los de Accedo no se presentan y que se estaban yendo por embargo, pero sinceramente no he escuchado a alguien que haya hecho un embargo, son muy raros los casos de las personas que les han llegado a pagar la liquidación últimamente”, subrayó.
A su vez, la joven mencionó que en su caso sólo falta la audiencia y desconoce qué va a pasar si no se presenta el representante de Accedo. “No sé qué va a pasar, no sé hasta dónde procedería la justicia, porque también hay personas que tal vez que van un paso más, pero tampoco han logrado nada, siguen esperando”, señaló.
La empresa, según su sitio web, data desde el 2009 cuando comienza la construcción del primer Delivery Center de Accedo Park y firma la alianza comercial con 24/7. Con los años abrieron sedes en Colombia. El gerente del call center en Carretera Masaya es el guatemalteco Erick Reyna.
Jarquín refirió que lo que manejan en el Mitrab es que no pueden embargar las cuentas de Accedo debido a que “los bancos en los que tienen cuentas están vacías, ¿qué pasa?, que se pagan entre socios y los socios distribuyen el dinero. Entonces es algo raro, porque si tienen sedes en Colombia, por qué no le están pagando a Nicaragua, la gente sigue trabajando igual”.
El Mitrab visitó en varias ocasiones Accedo
Alberto es el principal proveedor en su familia, tiene un niño de menos de un año y recientemente fue despedido por Accedo Technologies por reclamar el pago de los bonos y quincenas retrasadas. Él empezó a trabajar en el call center en abril de 2021 en una campaña que tenía mucho auge, que perdió con el paso del tiempo por lo que se redujo el personal y Alberto fue trasladado al área de soporte técnico.
“Se me ofreció un traslado, para soporte técnico, para una campaña que ofrecía servicios de material médico para universidades que dan el programa de enfermería, todo avanzó bien durante un año, pero a partir de diciembre del año pasado comenzaron a retrasarnos los pagos”, contó a LA PRENSA.
Debido a los retrasos, los afectados llevaron el caso al Mitrab, que mandó a un agente que hizo que les pagaran. A pesar de lo acordado entre el grupo y la empresa, el problema resurgió en mayo de este año, cuando nuevamente comenzaron a atrasar los bonos por producción, Alberto y el grupo de afectados decidieron hacer presión haciendo una huelga trabajando mediodía o solo llegaban a marcar, se iban, también seguían yendo a recursos humanos a preguntar por su dinero.
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“Queríamos saber cuándo se pagaría, y nosotros preguntábamos porque es un dinero que ya nos ganamos, ya lo trabajamos y se nos debe, desde ese momento se nos miraban como levanta masas, porque siempre éramos todos o tres los mismos que íbamos a recursos humanos a preguntar y nunca nos dieron respuestas”, comentó Alberto.
Una nota de prensa publicada en el sitio web del Mitrab afirma que en junio del 2022 una comitiva de la institución, encabezada por el viceministro Enrique Espinoza junto al delegado del Mitrab, Masaya, Gonzalo Córdoba, realizaron una visita presencial a la empresa y se reunieron con un grupo de 20 trabajadores y Erick Reyna para supuestamente “armonizar las relaciones entre empleadores y trabajadores, y garantizar que las empresas cumplan con la legislación laboral”.
Este joven no sólo requería del pago de sus bonos, sino que también mantenerse en el trabajo, por lo que le ofrecieron empezar en otra campaña, donde según les pagarían en tiempo y forma. Todo transcurrió con normalidad, se les pagó la primera quincena de octubre, la última con un día de retraso, pero Alberto continuaba insistiendo en reclamar el pago de sus quincenas y bonos atrasados.
“Constantemente íbamos a recursos humanos a preguntar si podíamos contactarnos con finanzas para ver cuándo se nos podían hacer efectivos esos pagos pendientes que teníamos, íbamos semana tras semana, e incluso tuvimos una reunión de 16 a 17 personas con el director Erick Reyna quien nos dijo que dinero en Accedo no hay, pero por la nueva adquisición del nuevo dueño, se les va a pagar el dinero”, confió Alberto.
Supuestamente vendieron la empresa
Al grupo se le dijo que el nuevo dueño de Accedo Technologies es One Point One, una compañía de la India. “Nos dijeron que con ellos íbamos a mejorar la situación, que son una compañía de renombre, que incluso estaban en las bolsas de valores más conocidas, y que ellos no se iban a atrever a tener una mala imagen al no pagar a su gente, como lo hace Accedo”, afirmó.
El joven confió que en septiembre y octubre de este año observaron la presencia de funcionarios de la Dirección General de Ingresos (DGI) o de la Dirección General de Aduanas (DGA) haciendo inventarios.
En agosto del 2021, según consta en una cédula judicial que fue colgada en el Sistema de Causas del Poder Judicial, el Juzgado Quinto de Distrito Civil Oral de la Circunscripción de Managua dictó un embargo preventivo a las cuentas bancarias y bienes de Accedo Technologies, SA por un monto de 11.72 millones de córdobas, unos 333,983.83 dólares. El embargo habría sido solicitado por el abogado Joel Abraham Zapata Rojas, en calidad de apoderado judicial de Narciso Ulises Torrentes Calero.
“Me despidieron en represalia”
Alberto nunca desistió en sus consultas sobre el pago de lo que Accedo le debía, a pesar de que todo continuaba en la medida posible normal, pero “la gota que derramó el vaso”, dice el joven, fue que en la primera quincena de noviembre le dedujeron el salario de tres días de trabajo.
“Se me quitó un día de trabajo más un séptimo, me lo quitaron, como que no fui a trabajar era el argumento, porque el señor Reyna estableció que a todo trabajador de Accedo se le iban a dar tres días de compensación libre y que no se iban a descontar de vacaciones, ni en dinero. Yo hice uso esos tres días, sin embargo, según la señora de Finanzas, nunca se les fueron reportados, y por eso ocurrió la deducción, lo logré arreglar, pero nunca me pagaron”, compartió el joven.
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Para el joven, su despido no fue por incumplimiento en la campaña o por alguna queja en especial por parte de los clientes, sino “por represalia a lo que venía haciendo con el tema de mi dinero, es una pasada de cuenta. Yo no firmé la carta de despido. Me mandaron la carta por correo electrónico que dice ‘le ratifico la decisión de la empresa de prescindir de sus servicios laborales a partir del día de hoy, viernes 22 de septiembre del 2024, conforme al artículo 45 del Código del Trabajo’, no me dieron ninguna justificación”.
A Alberto y al otro joven que despidieron les dijeron que en 10 días hábiles les darían el documento detallado de su liquidación, que él calcula sea a más de 99 mil córdobas sumado a 1,120 dólares por el retraso de pagos de bonos y pago de tres quincenas de trabajo. “El mes que no me pagaron me obligó a vender mi medio de transporte, para poder cubrir los gastos de ese mes, y me quedé sin nada”, denunció Alberto.
Denuncia supuesto impago del INSS
Este joven padre de familia conoció en agosto de este año que la empresa les dejó de pagar el Seguro Social que les deducían de su salario. “Dejaron de pagar el seguro, muchos compañeros fueron a sus citas o emergencia, y les dicen que están inactivos. En mi caso fue a pedir mi historial de cotizaciones y no me aparecía agosto, pero no le puse mente, pero después regresé a hacer otro trámite y me confirmaron que estaba inactivo desde agosto y que no tenía acceso a citas”, apuntó.
Alberto no duda que su despido es “completamente injusto, simplemente no les gustó que reclamara por mis derechos, por mis salarios, por mi cobertura de seguro y ahora estoy sin un peso en la bolsa y no sé cómo vamos a hacer con un niño pequeño”.
Ambiente laboral es “normal”
LA PRENSA habló con otras personas que aún trabajan para Accedo y coinciden en que aunque el ambiente laboral es “normal” y no tienen complicaciones en el trabajo del día a día, los incumplimientos de los pagos a los trabajadores y extrabajadores prevalecen.
“Me hubiese gustado seguir trabajando ahí, tener como otro cargo, pero todo el mundo trabaja por dinero y no te vas a quedar trabajando en un lugar que definitivamente no te pagan”, contó una extrabajadora.
Uno de los actuales empleados del call center, un nicaragüense de 25 años, conoció sobre la empresa a través de las redes sociales y por un amigo que le contó que estaban buscando personal para algunas campañas. “El día que decidí ir a aplicar fue porque un amigo me dijo que estaban necesitando personas para algunas campañas y me convenció”, compartió.
El puesto al que aplicó es agente atención al cliente bilingüe y los requisitos que le solicitaron fue poseer nivel de inglés y la disponibilidad de tiempo. En el proceso de reclutamiento le realizaron dos entrevistas, una para valorar el nivel de inglés y la otra con el jefe de campaña. Después de la entrevista fue llamado a un curso de inducción.
“Los supervisores y jefes de campaña son muy tranquilos, relajados, y es una de las cosas que me gusta, hay un buen ambiente laboral debido a que no hay un ambiente tan tóxico”, apuntó. Actualmente su salario es de 550 dólares, trabaja de 6:00 a.m. a 4:00 p.m. de lunes a viernes, no tiene horas extras, ni cambio de turnos y le dan un bono de 20 dólares que “es una ayuda con el transporte debido a que no ofrecen recorrido”.
Otra nicaragüense que sigue laborando en el call center describió que a las personas que acaban de entrar a la empresa “los mantienen aislados para evitar comentarios de parte de los veteranos”.
“La razón principal de deserciones que atrasan los pagos casi en todas las quincenas y la falta de pago de los bonos prometidos, pues ofrecen ‘hiring bonus’ de 200 dólares y no lo pagan”, dijo una de las actuales trabajadoras. Refirió que “hay casos de supervisores que tienen hasta un mes de pago atrasado y que el personal de seguridad renunció por el retraso de más de cuatro meses de salario”.
