Este 23 de septiembre de 2024 conmemoramos el centenario de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJChC) Héroe Nacional, Mártir de las Libertades Públicas de Nicaragua y Director Mártir de LA PRENSA.
Pedro, o el doctor Chamorro, como lo llamaban familiarmente sus amigos y la gente que lo respetaba, nació el 23 de septiembre de 1924 en la ciudad de Granada y un año después su familia se trasladó a Managua donde fijó su residencia. Su padre, el eminente historiador, escritor y periodista Pedro Joaquín Chamorro Zelaya adquirió a fines de 1931 todas las acciones del Diario LA PRENSA, que había sido fundado en 1926.
La redacción y los talleres de LA PRENSA estaban en la misma casa de habitación de la familia Chamorro Zelaya, de manera que desde niño Pedro Joaquín se vinculó al oficio del periodismo, al que consagró su vida hasta que fue asesinado por su valiente, incansable e irrenunciable lucha en defensa del derecho a decir la verdad, a ejercer la libertad de expresión y de prensa, y a conquistar la libertad política y la democracia en Nicaragua.
Por llevar a la práctica esa vocación democrática y patriótica PJChC fue encarcelado por primera vez en 1944, cuando tenía 20 años de edad. El poeta, narrador y periodista masayés Mario Cajina Vega (1929-1995), en la presentación de su libro La Patria de Pedro, cita el siguiente párrafo autobiográfico escrito por el mismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal: “Mi familia fue exilada en 1944, año en que por participar en la Oposición, entonces conducida principalmente por el sector estudiantil, caí por primera vez a la cárcel. Participé en las manifestaciones del 27 de junio y del 4 de julio de 1944 contra la dictadura, y este último día pronuncié mi primer discurso en una calle, sumándome a la lucha contra la reelección de Somoza. Fui arrestado y pasé varias semanas preso. Salimos, mis padres y yo, del país. LA PRENSA fue clausurada y tomé camino de México donde logré se me aceptara en la Escuela de Jurisprudencia (Leyes) de la Universidad Nacional Autónoma de México, las materias cursadas en Nicaragua.”
PJChC regresó a Nicaragua en 1948, graduado en Leyes y con un amplio conocimiento del periodismo moderno que practicaba en México. De inmediato asumió la codirección de LA PRENSA que había reaparecido en 1945; y después de la muerte de su padre acaecida en 1952, asumió la dirección del periódico al mismo tiempo que se consagró a la lucha política contra la dictadura, separando las funciones y salvaguardando cuidadosamente el profesionalismo de LA PRENSA. Hasta que el 10 de enero de 1978 fue asesinado por unos matones a sueldo en una calle céntrica de Managua.
Por el ejemplo y sacrificio de su vida en aras de la libertad y la democracia, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal fue un hombre del siglo 20. Igual que Sandino, a quien tanto admiró y defendió su gesta patriótica de las manipulaciones políticas para presentarlo como sustentador ideológico de una dictadura procomunista subordinada a grandes potencias autoritarias extrarregionales.
Hombre del siglo —explica el enciclopedista jurídico e histórico argentino, Guillermo Cabanellas de Torres— es “el personaje sobresaliente, por su mayor celebridad, por su trascendencia humana o cual personificación de su espíritu o de su vida”. Una definición en la que sin duda calza a la perfección Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
Con el sacrificio de su vida Pedro Joaquín Chamorro Cardenal determinó el fin de la dictadura somocista, pero no la realización del sueño y aspiración máxima de su vida de que Nicaragua volviera a ser una república democrática.
El régimen sandinista, que sustituyó al somocismo, derivó hacia el totalitarismo y después, el período democrático que comenzó en abril de 1990 el gobierno de la presidenta Violeta Barrios de Chamorro, la viuda de PJChC, se malogró solo 16 años después por la traición de políticos corruptos, inescrupulosos y autoritarios.
Sin embargo, a los 100 años de su nacimiento y después de 45 de su inmolación en la lucha por la libertad y la democracia, el espíritu, el ejemplo y el legado de PJChC vive y sigue convocando a la lucha democrática y alentando la esperanza en que Nicaragua volverá a ser República.
En el discurso que pronunció el 6 de noviembre de 1977 en La Cuesta Country Club, que los historiadores llaman su testamento político, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal dijo para los nicaragüenses de entonces y para los de ahora y de siempre:
“Queremos una paz basada en un régimen que cree las condiciones económicas, sociales y políticos que satisfagan las demandas del pueblo; una sociedad justa e igualitaria, donde no falten el pan, la educación, la salud y el techo para todos; una comunidad nacional unida por la confraternidad y no separada por el odio. Queremos autoridades elegidas en procesos electorales justos y honestos, y con la participación de todos los sectores políticos. Ese es el sueño por el cual nuestro pueblo ha luchado por largos años; su lucha y su sangre nos compromete, y estamos dispuestos a hacer honor a ese compromiso”.
Con esas palabras Pedro Joaquín Chamorro Cardenal dejó resumido el programa para la nueva Nicaragua cuando vuelva a ser República. Que sin duda lo será.