El obispo René Sándigo visitó este domingo 16 de junio la comunidad Santa María del Mar donde celebró la santa misa en la Capilla Santa María, filial de la parroquia Divino Niño Jesús, El Viejo-Chinandega. De la actividad religiosa se compartieron fotografías donde se ve al obispo reunido con un grupo de fieles y la presencia de dos oficiales de la Policía.
Se desconoce por qué motivo o razón la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una “vigilancia permanente” con dos oficiales de la Policía orteguista al obispo de la Diócesis de León, señalado de ser leal y cercano al régimen.
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De los dos oficiales, uno de ellos se observa con un celular en la mano, aparentemente haciendo una llamada telefónica.
Martha Patricia Molina, abogada y autora del Informe: Nicaragua ¿Una Iglesia perseguida?, compartió la fotografía con una interrogante. “¿Será que los policías también acompañan al obispo Sándigo cuando duerme o reza?”, cuestionó Molina.
Obispo habría orientado no publicar fotos donde salga la Policía
Molina declaró a LA PRENSA que tiene información que los oficiales lo acompañan en todo momento a Sándigo y que el obispo habría girado una orientación a su clero de no publicar fotos donde aparezca la Policía.
“Tengo información que los miembros de la Policía Nacional acompañan todo el tiempo al obispo, independientemente si son visitas eclesiásticas, familiares, personales o de cualquier otra índole. El obispo ha orientado a su clero que: no publiquen fotos donde aparezcan los policías porque ya está aburrido de leer los comentarios de que la Policía lo sigue, pero es difícil ocultar la verdad”, apuntó.
Aunque la publicación de las fotos fue hecha el domingo 16 de junio, la fotografía donde aparecen los policías tiene solo una hora de haber sido publicada este lunes 17 de junio, aparentemente fue removida y posteriormente republicada.
Enseguida mencionó que “de lo que estoy segura es que los policías no andan ‘cuidándolo’ porque conocemos bien que es la dictadura Ortega- Murillo y sus instituciones quienes atacan y persiguen todo el tiempo a la Iglesia y sus miembros. Ningún delito se comete en Nicaragua sin el beneplácito de la pareja dictatorial”.
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A pesar de lo anterior, recalcó que “tampoco podemos obviar la satisfacción del obispo con esa vigilancia permanente, por lo menos es lo que reflejan las fotos y su actitud, aunque bien sabemos que si actúa diferente podría ser asesinado, desterrado o encarcelado”.
También dijo que “en todo caso creo que hay que preguntarle al obispo sobre la vigilancia permanente”, sin embargo, monseñor no atiende consultas de medios independientes.
Molina reveló que actualmente “hay al menos cinco sacerdotes del clero de León que quieren abandonar el país por la vigilancia, asedio y amenazas de la Policía y Sándigo es conocedor de eso”.
Vigilancia permanente se intensificó este año
Cabe mencionar que el obispo René Sándigo es originario de Diriá, Granada, es el jerarca de la Diócesis de León y se le ha visto cercano a la dictadura de los Ortega-Murillo. El pasado 19 de abril cumplió 59 años, en esa misma fecha, Nicaragua cumplió seis años de estar sumergida en la grave crisis sociopolítica.
Aunque no es la primera vez que se ven policías “custodiando” a Sándigo, se suma a los acontecimientos de la Diócesis de León que plantean una serie de interrogantes. En abril, primero, la Alcaldía de esa localidad instaló un ring de boxeo en la Plaza de la Liberación Juan José Quezada, frente a la Catedral; después se conoció el exilio del padre Aurelio López, vicario de la Catedral de León; y luego la vigilancia permanente a Sándigo.
Sándigo, a diferencia de otros obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y sacerdotes a quienes Ortega les ha recetado cárcel, destierro y exilio por estar a la par del pueblo nicaragüense, ha mantenido una postura indiferente.
En lo que va del año, un total de 35 religiosos —incluidos sacerdotes, seminaristas, diáconos y monjas— han salido al exilio, aumentando la cifra a 224, desde el 2018 hasta la fecha.
Entre 2018 y 2019 se contabilizó que tres religiosos tuvieron que abandonar el país; en 2020 la cifra ascendió a nueve, pero en 2022 aumentó a 20; en 2023 fueron 63 y en lo que va del 2024 se cuentan 35 religiosos. Del total, incluye el nuncio apostólico, tres obispos, 114 sacerdotes, 11 seminaristas, tres diáconos y 91 religiosas.