La organización Iniciativa Puentes por los Estudiantes (IPEN) alertó que la educación en Nicaragua está en crisis y lanzó una campaña para recaudar fondos para apoyar a jóvenes nicaragüenses que desean volver a las aulas y que se han visto afectados por las acciones de la dictadura orteguista contra la libertad de prensa.
Elthon Rivera Cruz, directivo de IPEN, dijo a LA PRENSA que la educación de Nicaragua está en crisis porque el régimen ha expulsado a más de 150 jóvenes, ha clausurado 29 universidades, dejando a más de 20 mil jóvenes sin educación libre y de calidad.
“La campaña consiste en una recaudación de fondos con el objetivo de destinarlos en su totalidad para becas académicas o apoyos económicos enfocados en estudios. Estamos tratando de dar respuesta a jóvenes que desean retomar sus estudios y que no tienen apoyo financiero para iniciar y también para quienes están en la universidad y están a punto de desistir porque no pueden sostener los gastos”, dijo Rivera.
Señaló que se les brinda apoyo a jóvenes que están en universidades que no han sido tomadas por el régimen y a algunos que están en Costa Rica y han pedido ayuda para continuar sus estudios.
“También busca que las personas de la sociedad civil se sumen a la campaña. Cada quien puede donar en la medida de sus necesidades. Estamos espirando recaudar 30 mil dólares que serán destinados exclusivamente para fines académicos”, refirió.
Para apoyar la campaña, puede hacerlo donando en el siguiente enlace.
Educación no está en la agenda de la cooperación internacional
Rivera aseguró que ha sido difícil contar con el apoyo de la comunidad internacional, puesto que los temas académicos no forman parte de la agenda de la cooperación.
“No quiero generalizar, pero en la experiencia de IPEN la respuesta de la comunidad internacional para atender la crisis educativa nicaragüense no ha sido proporcional a la crisis que ha generado el régimen. La respuesta ha sido modesta. Entendemos mucho que la agenda va por democracia, cultura e incidencia política”, refirió.
Rivera aseguró que la comunidad internacional comprende la importancia de la educación, pero cuando se plantean programas específicamente académicos, la respuesta es que esto no es parte de la agenda.
Desde el 13 de diciembre de 2021 el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo inició una cacería contra diversas universidades a nivel nacional, cancelando sus personerías jurídicas y confiscando sus bienes.
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La primera universidad confiscada fue la Hispanoamericana (Uhispam), que era propiedad del empresario sandinista Leonardo Torres, y casi 4,000 estudiantes fueron afectados con esta medida represiva.
Nicaragua urge de nuevos profesionales
Rivera expresó que la educación no debe verse como una acción asistencial ya que puede contribuir a que las personas comprometidas con el cambio social tengan más conocimientos y se eviten patrones de malas prácticas que se han registrado en Nicaragua.
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“No podemos tener jóvenes involucrados en política, en el sector social e ignorando que estos jóvenes son personas, tienen metas y un plan de vida que desarrollar. Nicaragua necesita jóvenes comprometidos con el cambio pero que tengan una profesión, que sepan ganarse la vida, que no esperen vivir de la causa social y que esto sea un compromiso moral y ético”, expresó.
“Necesitamos jóvenes que sean comprometidos con la democracia, pero que sean politólogos o sociólogos, no solo activistas frustrados porque no lograron alcanzar sus sueños comprometidos con una causa que a lo mejor ni logran comprender bien por la carencia de preparación académica”, añadió.