La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a pesar de que este año permitiría realizar la eucaristía solemne en el Santuario Nacional de la Virgen de Cuapa, este 8 de mayo —cuando se celebra el 44 aniversario de la aparición de la virgen que trajo un mensaje de paz durante la guerra de los años 80 en Nicaragua— desplegó a oficiales de la Policía quienes han requisado y devuelto a los peregrinos.
LA PRENSA conoció por parte de peregrinos que hay fuerte presencia policial en la carretera que conduce al Santuario. Los interrogan, requisan y les impiden el paso.
Desde el Empalme del Papayal hay fuerte presencia de agentes y patrullas revisando y preguntando a dónde va la gente que transita. Si dicen que van a Cuapa, los devuelven. «Te revisan todo el vehículo y te preguntan qué vas a hacer», contó un peregrino a este Diario.
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Un integrante de un ministerio de música relató que no pudo llegar como esperaba para cantarle a la Virgen de Cuapa. «La Policía nos devolvió, nos preguntaron para dónde íbamos y como dijimos que íbamos para el Santuario nos regresaron sin darnos explicación», apuntó.
También este medio conoció que los oficiales bajan a las personas de los buses y revisan si tienen cédula de Cuapa para «dejarlos pasar». Si su cédula no es de ahí les impiden el paso. Algunas personas se bajaron de los vehículos para tratar de meterse por el monte, pero andan policías también.


La abogada y autora del informe Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?, Martha Patricia Molina, confirmó que efectivamente la dictadura «realizó prohibiciones en las actividades previas, incluso la vigilia que se tenía que realizar ayer (martes)». También afirmó que a pesar de esas prohibiciones la feligresía llegó «aunque muchos fueron regresados por miembros de la Policía».
Otro feligrés, bajo la condición de anonimato, dijo que los oficiales lo devolvieron argumentando que «tienen orden de dejar pasar hasta después de las 2:00 de la tarde».

Se celebró misa durante la noche
Aunque el Santuario Diocesano de la Virgen de Cuapa informó que el martes 7 de mayo no se iba a realizar ni la vigilia ni santa eucaristía, debido a que solo habían logrado el permiso para el 8 de mayo, la página oficial de Facebook del Santuario Diocesano Virgen María de Cuapa publicó la transmisión de la santa misa, que fue celebrada por el presbítero Almer Moncada, rector del Santuario Virgen María de Cuapa, en la parroquia San Juan Bautista.
«Mis amados hermanos, en las vísperas del 44 aniversario de la primera aparición nuestra madre al padre Bernardo Martínez en el Santuario, es importante recordar cuál es el mensaje que la virgen como madre nos hace especialmente, la actualidad de ese mensaje para nosotros. Nos enseña a ser dócil a la voluntad de Dios», mencionó el sacerdote en la homilía.
Ante la prohibición de paso y entrada al Santuario, muchos feligreses han optado por ir a la Catedral de Juigalpa para ver la imagen de la Virgen de Cuapa.
Mientras en el Santuario se observa escasa presencia de los feligreses, frente a la asistencia que por años ha caracterizado esta celebración eucarística. A las 10:00 de la mañana en el Santuario empezó el santo rosario, y posterior, se espera que se celebre la santa misa.

El mensaje de paz de la Virgen de Cuapa
La Virgen de Cuapa se apareció el 8 de mayo de 1980 al campesino Bernardo Martínez (quien luego se convirtió en sacerdote) para traer un mensaje de paz en medio del conflicto armado entre el régimen sandinista que había llegado al poder y los miembros de la Resistencia Nicaragüense, conocidos como Contra.
El Santuario de la Virgen de Cuapa está ubicado a 152 kilómetros de Managua. Ese 8 de mayo, Martínez decidió ir a pescar al río, al regreso se recostó a un árbol para rezar. A las 3:00 de la tarde vio un relámpago y sin saber de dónde venía, caminó unos seis pasos y vio otro relámpago, entonces vio a la virgen bajo la advocación de la Asunción, según el relato del vidente y sacerdote.
«Hagan la paz. No solo la pidan, ¡háganla!», fue el mensaje más significativo de la Virgen de Cuapa en esos tiempos de guerra.

También pidió rezar el rosario todos los días, en familia y a una hora tranquila, meditando los Misterios con las Sagradas Escrituras. Pidió fe, paciencia, fuerza para llevar la cruz y renovación de la devoción de los primeros sábados.
“Hagan la paz entre ustedes, no se contenten con pedirla. Si ustedes no la hacen, no habrá paz. Hablen entre ustedes, entiéndanse y nunca vayan a la violencia. Nicaragua ha sufrido mucho y seguirá sufriendo mucho si ustedes no cambian. No se aflijan. Yo estoy con ustedes, aunque no me vean. Una madre no olvida nunca a sus hijos. Invóquenme con estas palabras: Santísima Virgen, vos sois mi madre, la madre de todos nosotros los pecadores”, expresaba el mensaje.