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Con hambre y sin comida, los cubanos se comen el miedo

Como era de esperarse porque es lo que suele hacer, el régimen comunista de Cuba culpó a Estados Unidos (EE. UU.)  por las protestas populares pacíficas del fin de semana pasado en Santiago y otra ciudades del oriente de la isla. Pero lo que ocurrió en realidad fue que venciendo el miedo a la represión, millares de cubanos, sobre todo mujeres, salieron a las calles para protestar por la falta de comida y los frecuentes y prolongados cortes de energía eléctrica.

El encargado de Negocios de la Embajada de EE.UU. en Cuba, Benjamin Ziff, respondió a la absurda acusación del régimen comunista con un mensaje en el cual señaló: “Permítanme decir esto sin ambages. Los EE. UU. no están detrás de las protestas en Cuba y la acusación es absurda… Las protestas de ayer (el domingo 17 de marzo) en varias ciudades fueron en demanda de electricidad, comida y libertades fundamentales”.

En realidad, las protestas callejeras han vuelto a ocurrir a pesar de la extrema dureza con que la dictadura comunista reprimió las manifestaciones de julio de 2021, cuando multitudes de personas salieron a la calle coreando la frase “Patria y Vida” y demandando como ahora comida y libertad. Esta frase, que quedó en el imaginario popular cubano y se usa con frecuencia, surgió de manera espontánea en alusión y rechazo a la consigna de “Patria o Muerte” que proclamó Fidel Castro para tomar el poder e impulsar la Revolución que más bien le quitó la patria y la libertad a los cubanos, y les trajo más muerte, inclusive por escasez de alimentos y hambre.

A pesar de esa terrible realidad el régimen cubano no tiene voluntad de renunciar al sistema comunista, ni siquiera de impulsar reformas significativas que por lo menos alivien la insoportable situación. De manera que a pesar de la brutal represión gubernamental la gente desesperada probablemente volverá a salir a las calles para protestar.

Es que como ha dicho la periodista cubana independiente, Yoani Sánchez, la gente de la Isla ante la falta de comida para calmar el hambre se está comiendo el miedo a la represión. Ella escribió el lunes 18 de marzo en el portal informativo cubano independiente que se publica en línea, 14 y medio, que “los cubanos salieron a las plazas y las calles hartos de un régimen que no eligieron y que en más de seis décadas ha mostrado su incompetencia para proveerlos de una vida digna”.

En realidad, a pesar de los desastrosos resultados del modelo económico comunista, que la gente lo siente sobre todo en sus estómagos vacíos, el régimen se niega a reconocer su fracaso. No aprovecha el ejemplo de China, que desmontó el sistema económico comunista y lo sustituyó con una dinámica y productiva economía capitalista, controlada por el Estado. El cambio ha convertido a China en la segunda economía del mundo y pronto será la primera, detrás de EE. UU.

En cambio los líderes comunistas de Cuba se aferran obtusamente a la ortodoxia comunista que fracasó en la Unión Soviética, en sus satélites de Europa y en la misma China.

Por otra parte, es absurdo que los líderes de Cuba comunista sigan culpando a las  sanciones de EE.UU. por la desgracia económica del país y la grave miseria material en la que vive el pueblo cubano. La verdad es que Cuba puede comerciar con todos los países del mundo que quiera, inclusive con EE.UU. Otra cosa es que tenga muy pocos productos para vender y escaso dinero para comprar.

El bloqueo económico de EE.UU. es una retórica del régimen de Cuba para no reconocer el fracaso del comunismo. Engaña con ese cuento al mundo y es lo que explica que en los últimos 32 años  la Asamblea General de la ONU haya aprobado anualmente, por amplia mayoría de los Estados miembros, una resolución que pide a EE.UU. poner fin a su sanciones económicas contra Cuba. El año pasado, por ejemplo, 187 países de la ONU aprobaron esa reiterativa resolución. Solo dos, EE.UU. e Israel votaron en contra, y uno (que fue Ucrania) se abstuvo.

Sin embargo, hay que decir que la mayor parte de los Estados que piden a  EE.UU. poner fin a las sanciones contra Cuba no lo hacen porque crean la propaganda de Cuba, sino para que el régimen de La Habana tenga que reconocer el fracaso del anacrónico sistema comunista.

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