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Delegación del INSS. Foto tomada del portal oficial El 19 Digital

INSS con graves dificultades para afiliar a trabajadores: aún no recupera a más de 100 mil asegurados

El bajo nivel de incorporación de asegurados explicaría en parte por qué el régimen de Ortega proyecta para este año un nuevo récord en el déficit de la institución

El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) sigue exhibiendo fuertes dificultades para afiliar trabajadores, según muestran cifras oficiales. En los últimos tres años, la entidad ha estado incorporando a su base de contribuyentes a un poco más de 10 mil trabajadores, lo que ha ocasionado que al término del 2023 todavía se encuentre lejos de alcanzar los niveles observados previo al 2018.

Entre enero y noviembre del año pasado, la entidad tenía reportado 795,924 afiliados, 13,430 más en comparación con diciembre del 2022 y apenas 2,761 adicionales respecto al acumulado hasta noviembre de ese año.

Es decir, que el INSS, en medio de una crisis financiera que supera los 10 años consecutivos, cada mes ha estado afiliando a 1,220 personas que consiguen un puesto laboral formal, lo que alarga y profundiza la agonía financiera de la entidad, que ha tenido que ser socorrida por el Gobierno central con millonarias transferencias para evitar que esta caiga en impago de sus obligaciones con los contribuyentes y pensionados.

Otro año de déficit en el INSS

Este bajo nivel de incorporación de asegurados explicaría en parte por qué el régimen de Ortega proyecta para este año un nuevo récord en el déficit de la institución, de 4,500 millones de córdobas, los que seràn cubiertos con recursos del Presupuesto General de la República, tal como ha ocurrido en años anteriores.

Solo el año pasado, entre enero y octubre, el Gobierno transfirió 3,761 millones de córdobas a la entidad, que tiene obligación con más de un millón de nicaragüenses, entre asegurados y retirados.

“Desde hace varios años se viene advirtiendo que se necesitaba una política de creación masiva de empleos, porque la entidad para medio sobrevivir necesita con urgencia afiliar a un millón de trabajadores. Entonces seguiremos viendo esos desajustes de sus finanzas, mientras lo que le menciono no se consiga”, expresó un especialista en la materia.

“Es inviable que el INSS siga afiliando menos de 1,500 trabajadores por mes, pero también estamos claros que en este momento, bajo las condiciones de incertidumbre política, confiscaciones, asfixia fiscal y acoso al empresariado, esto no va a poder cambiar de corto plazo, entonces tendrán que usar los impuestos para pagar las pensiones, porque sí o sí el INSS no puede irse a la quiebra y decir ya no vamos a seguir pagando, en ninguna parte del mundo hemos visto esto”, precisa.

Afiliación no supera los 15,000 anuales

La economía ha estado en recuperación desde el 2021. La última vez que la entidad mostró una robusta recuperación de la base de afiliados fue precisamente tras salir del impacto de la pandemia en el 2020, desde entonces la afiliación anual no supera las 15,000 personas.

En el 2021, por ejemplo, la entidad consiguió afiliar a 55,489 y desde entonces ese ritmo ha descendido drásticamente, pese a que el régimen de Ortega ha pregonado tasas de crecimiento sostenido.

En el 2022, el INSS afilió a 13,430, un ritmo bastante similar al observado en el 2023. Con ello, la institución en los últimos dos años apenas ha conseguido un poco más de 26,000 nuevos contribuyentes, lo que contrasta con la recuperación de 2021.

“Lo peor de todo esto, es que cada año hay nueva mano de obra joven que va entrando al mercado y al no conseguir un empleo formal la masa de informales se va agrandando, entonces ¿cuál es la válvula de escape? La migración, por eso mirás a miles de jóvenes yéndose a Estados Unidos, ahí van profesionales, médicos, ingenieros, abogados, arquitectos, porque acá no encuentran un empleo formal”, enfatiza.

En el 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua experimentó un rebote de 10.3 por ciento, luego de tres años consecutivos de contracción; en el 2022 la tasa de expansión se estabilizó en 3.8 por ciento, y preliminarmente el año pasado se estima en 4 por ciento.

Bajo nivel de creación de empleos

Ese nivel reducido de creación de empleos ha ocasionado que la entidad siga sin recuperar las plazas destruidas en tres años de recesión 2018-2020. En el 2017, previo al estallido social por una reforma a la seguridad social, la entidad tenía 914,196 afiliados y se encaminaba al millón.

Desde entonces, no se han podido recuperar 118,272 plazas, lo que pesa en las finanzas de la entidad. Las perspectivas no son alentadoras en materia de crecimiento económico.

En junio del año pasado, The Economist Intelligence Unit (EIU), de la prestigiosa editorial británica The Economist, advirtió que Ortega seguirá en el poder, pero descansará sobre una economía con crecimiento mediocre. “Varias de estas tendencias perdurarán en 2024-2027, manteniendo el crecimiento en un promedio mediocre del 2 por ciento anual”. En su informe, mencionan que este año el PIB se expandirá 1.2 por ciento, el próximo año 2.2 por ciento, en el 2025 y 2026 crecerá 1.9 por ciento cada uno de esos años, y en el 2027 aumentará 2 por ciento.

Y es que las perspectivas de crecimiento económico de Nicaragua están empañadas por “los conflictos políticos recurrentes y la escasa confianza en el Estado de derecho”, esto “a pesar de las oportunidades lucrativas en minería, energía y manufactura. Por lo tanto, Nicaragua seguirá siendo uno de los países más pobres de América Central”.

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