Tienen razón quienes dicen que Sheynnis Palacios ha hecho historia, personal y nacional, al ganar el título de Miss Universo 2023. Ciertamente, este acontecimiento quedará inscrito para siempre en la historia de Nicaragua.
Para comenzar, es la primera vez que una mujer nicaragüense alcanza esa gloria desde que comenzó el concurso de Miss Universo en 1952. En América Latina y el Caribe ella es la vigésimo cuarta (24ª) Mis Universo, la primera fue la peruana Gladys Zender en 1953. Y es apenas la segunda centroamericana, después que la panameña Justine Pasek lo logró hace 21 años, en 2002.
Las dos Nicaragua, la de adentro y la de la diáspora y el exilio en el exterior, han celebrado jubilosamente este histórico triunfo de una nicaragüense bella y talentosa, de origen modesto, pero honorable, con una sólida formación profesional y empoderada con valores y principios de avanzada.
Así lo demostró con las respuestas inteligentes y certeras a las preguntas del jurado calificador, las que fueron clave para ser elegida Miss Universo.
Al responder a la pregunta de qué cualidades y valores deber tener una persona para ser un ejemplo a seguir por los demás, Sheynnis impresionó al jurado y emocionó a la gente que estaba en el lugar del evento o seguía la transmisión televisiva: “La humildad y agradecimiento por las pequeña cosas, porque es allí donde está lo más valioso, es la esencia del ser humano”, respondió la concursante por Nicaragua.
Después, a la pregunta de que si pudiera vivir un año en los zapatos de otra mujer, a quién escogería, su respuesta fue sorprendente y contundente. ¿Quién podía imaginar que escogería a Mary Wollstonecraft, pionera británica y mundial de la lucha por igualdad de derechos y el respeto a la dignidad de la mujer que vivió en la lejana época del siglo 18?
Muy pocas personas sabían de esa gran mujer británica que en las condiciones más adversas que cabe imaginar, con inteligencia e intrepidez abrió el camino que conduciría a la movilización de las mujeres de todo el mundo para conquistar el derecho de ser respetadas y dignificadas, una lucha abnegada y muy difícil que todavía no termina.
La humildad, que según nuestra Miss Nicaragua convertida en Miss Universo es el resumen de las cualidades y valores que debe tener una persona para ser ejemplar, consiste en la modestia, la capacidad de dejar a un lado el interés personal para preocuparse por el bien de los demás.
La humildad consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar en consonancia. Para decirlo con palabras de don Miguel de Cervantes y Saavedra, el insigne autor de Don Quijote de la Mancha: “La humildad es la base y fundamento de todas las virtudes, porque sin ella no hay alguna que lo sea.” Es obvio que esto lo sabe, lo interioriza y practica Sheynnis Palacios, nuestra hermosa y talentosa Miss Universo.
Cabe mencionar también, porque nos enorgullece, la magnífica cobertura de LA PRENSA al certamen de Miss Universo del sábado pasado en San Salvador. Lo reportó minuto tras minuto mientras se desarrollaba, transmitió la emoción de cada peldaño que iba subiendo la nicaragüense y ofreció una amplia información videográfica y escrita de contexto cuando se conoció el triunfo de Sheynnis, y Nicaragua de adentro y de afuera estalló en júbilo.
Para terminar, vale la pena compartir lo que escribió y divulgó el exiliado obispo nicaragüense, monseñor Silvio Báez, al conocer el clamoroso triunfo de la extraordinaria mujer nicaragüense que por su belleza física e interior ha sido coronada Miss Universo: “¡Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023! ¡Gracias por hacer brillar en tu belleza el nombre de nuestra patria! ¡Gracias por llevar alegría a nuestro sufrido pueblo! ¡Gracias por hacernos tener esperanza en un futuro más hermoso para nuestro país!”