Un puente aéreo para desalojar a turistas y pobladores y llevar ayuda humanitaria empezó a operar este viernes en el aeropuerto internacional de Acapulco, puerto mexicano devastado por el poderoso huracán Otis que deja al menos 27 muertos.
Tres aviones fueron programados durante la mañana pues la pista de la terminal aérea no registra mayores afectaciones, detalló el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, durante la conferencia de prensa matutina presidencial.
“Ya se restableció el aeropuerto de Acapulco para un puente aéreo (…) con vuelos diurnos de líneas comerciales para evacuar turistas y población local y van a llegar médicos especialistas”, detalló el funcionario.
Otis, que la madrugada del miércoles llegó como categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 270km/h, es el huracán más poderoso que ha golpeado al estado de Guerrero (sur), en la costa del Pacífico, además de que se fortaleció en pocas horas contra todos los pronósticos.
Las primeras estimaciones de los daños que deja el meteoro se estiman en unos 15.000 millones de pesos (unos 828 millones de dólares), según la consultora Enki Research, especializada en fenómenos naturales.
Las asociaciones de seguros se dicen listas para agilizar los pagos, pero también cifras de la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas apuntan a que de todas las polizas contra desastres naturales en México, menos del 1% se concentra en Guerrero.
Según el gobierno local, se registran daños en 80% de los hoteles de este puerto que vive esencialmente del turismo, además de que numerosos comercios y casas han quedado en ruinas y hay calles inundadas de lodo y de árboles, postes y desechos caídos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este viernes que se están definiendo apoyos económicos para aquellos que no cuenten con seguros.
Turistas aliviados
Un equipo de la AFP constató la llegada de decenas de personas, con maletas y mochilas, para abordar las naves de manera gratuita.
“Estamos muy felices y contentos, agradecidos con la vida, que nos da la oportunidad de continuar”, dijo a la AFP Clara Elena Albo, originaria de la capital y quien vacacionaba con su esposo.
La terminal aérea luce severamente dañada, con decenas de vidrios rotos y escombros, además de que la torre de control y los sistemas de navegación están destruidos, por lo que los vuelos serán visuales.
“Hubo mucha desesperación, sin respuesta, sin saber cuándo nos íbamos a ir”, dijo Lucina Ahuelican, de 40 años, antes de tomar el vuelo. Con sus dos hijas se quedó varada desde la noche del martes en la terminal.
La energía eléctrica y las comunicaciones telefónicas permanecen colapsadas en gran parte del puerto, donde habitan unas 780.000 personas y donde había miles de turistas pues la ocupación estaba al 50% de los 20.000 cuartos de hotel.
Muchos visitantes, principalmente capitalinos, han salido por tierra en automóvil o autobuses luego de que el jueves se reabrió la Autopista de Sol, que comunica con Ciudad de México.
Condolencias del papa
La cifra de fallecidos se mantiene en 27 mientras sigue la búsqueda de cuatro desaparecidos, tres de ellos de la Marina Armada, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que deben esperar a una valoración más detallada.
“Lamentablemente hubo pérdida de vidas humanas (…) pero no fueron tantas ante un fenómeno tan fuerte, tan impactante”, afirmó el mandatario.
Ante la tragedia, el papa Francisco envió un telegrama en el que expresa sus condolencias, informó El Vaticano.
El sumo pontífice “ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos” y envía su “sentido pésame a los familiares de los difuntos”, señala.
Gran parte de Acapulco permanecía sin luz, con problemas de agua potable y sin telefonía, además de la escasez de alimentos, lo que ha provocado saqueos de supermercados. Como parte del puente aéreo, se espera que este viernes lleguen 40 toneladas de víveres.
Medios mexicanos, redes sociales y grupos de mensajería están inundados de llamados de personas que buscan noticias de sus familiares, mientras el Ejército ha dispuesto algunos teléfonos satelitales para que residentes se comuniquen con los suyos.
Otros dos huracanes han golpeado al Pacífico mexicano durante octubre: Norma, que dejó tres muertos en Sinaloa (noroeste), y Lidia, con dos fallecidos en Jalisco y Nayarit (oeste).
En 1997, Paulina, de categoría 4, golpeó las costas de Guerrero y de estados vecinos con saldo de más de 200 muertos.