La Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega realizó la detención de otro sacerdote el sábado 7 de octubre, junto a dos feligreses de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes del municipio de Ocotal, de Nueva Segovia, que pertenece a la Diócesis de Estelí.
La nueva detención se llevó a cabo en el municipio de Estelí, donde el padre Yesner Cipriano Pineda, administrador de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, y los jóvenes feligreses María Asunción Salgado Duarte y Salvador Paguagua, participaban en las festividades de la Virgen del Rosario en la Catedral de Estelí. Particularmente Paguagua tiene una prótesis en una de sus piernas.
Ambos feligreses detenidos eran los enargados de las redes sociales de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción. El padre Pineda, de 37 años, estaba de cumpleaños al momento de su arresto.
Lea además: Dictadura secuestra a otros tres sacerdotes
La abogada e investigadora Martha Molina, que lleva un registro de los ataques de la dictadura de Daniel Ortega contra la Iglesia católica en Nicaragua, aseguró que cinco sacerdotes han sido detenidos en los últimos siete días. Los otros sacerdotes detenidos en los últimos días son: el padre Álvaro Toledo, el padre Julio Norori, el padre Ivan Centeno y el padre Cristobal Gadea.
También esta semana se conoció el exilio del Padre Harving Padilla, tras estar meses de estar resguardado en el Seminario La Purísima de Mnagaua, debido a la persecución de la Policía.
13 sacerdotes presos
En total hay 13 religiosos detenidos, en el contexto de ataques y persecución a la Iglesia católica de Nicaragua. El caso más emblemático es el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien Ortega condenó a 26 años de prisión y lo despojó de su nacionalidad, bajo acusación de “traición a la patria”, “menoscabo a la integridad nacional”, “propagación de noticias falsas” y “desobediencia o desacato a la autoridad”. Monseñor Álvarez es uno de los sacerdotes más críticos contra la dictadura que había resistido a los ataques de Ortega dentro del país hasta que fue encarcelado en agosto de 2022.
La guerra de Ortega contra la Iglesia católica lo llevó a suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano, tras una crítica del papa Francisco por la detención de sacerdotes en Nicaragua.