Este martes a los 73 años falleció el segundo campeón mundial de la historia de Nicaragua: Eddy Gazo, según informaron familiares cercanos y sus funerales serán en León. El exmonarca nació en Villa El Carmen un 12 de septiembre de 1950, tuvo una infancia complicada sumergido en la pobreza: “No éramos pobres, éramos más que pobre” confesó años atrás en una entrevista. Trabajaba con su papá “con el machete”, cazaban para comer, montaba toros por los aplausos y cuando se mudó a Managua, pasó de la construcción a la carpintería hasta que encontró en el boxeo una vía de escape.
La historia de Gazo en el boxeo no empezó de color rosa, sino más bien fue sorpresiva. Inició perdiendo tres de sus primeros cuatro combates, pero dio un salto inesperado al ganar 25 de sus siguientes 27 peleas, empatando dos hasta que el colombiano Carlos Obregón lo venciera en Colombia. Gazo le dio un giro total a su carrera el 5 de marzo de 1977 cuando venció al monarca mundial argentino Miguel Ángel Castellini y se adueñó del título de las 154 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), cetro que defendió en tres ocasiones hasta perderlo en 1978 en Japón contra Masashi Kudo.
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La vida de Gazo había cambiado, ya la pobreza había quedado en el pasado. “Gané lo suficiente para tener una vida tranquila. Con Castellini gané dos mil dólares, en la primera defensa fueron 140 mil, la segunda 180 mil, la tercera 80 mil. Llegué a ganar hasta 300 mil dólares, que usé para comprar mi casa, una a mis hermanos, y el resto lo metí al banco para vivir de los intereses”, confesó años más tarde a LA PRENSA. El problema para Gazo fue cuando el FSLN le confiscó los 85 mil dólares que guardaba en el banco. “Me quitaron todo mi dinero al igual que una casa en la Colonia Independencia, otra en Villa Libertad, un terreno que tenía en la carretera vieja a León, me quemaron un carro y se me llevaron una camioneta”.
La vida sentimental de Gazo fue inestable. La fama del boxeo le permitió tener mucha compañía femenina, a tal punto que aseguró en 2005 ser padre de 38 hijos, concebidos por 30 mujeres distintas. “A mí me decían el ‘racero’, porque toda mujer que quería tener hijos conmigo yo la embarazaba. Las mujeres me buscaban mucho porque querían tenerme un hijo y no veía problemas con eso. Una vez, una mujer viajó desde Rivas sólo para estar conmigo una noche y se fue embarazada porque yo era muy caliente”, declaró a LA PRENSA.
El excampeón tuvo una etapa de sombra cuando fue acusado de violación y, aunque luego fue absuelto, en 2011 lo declararon culpable de acoso sexual. “Eso fue falso, lo hicieron para sacarme del gimnasio porque no me podían correr”, confesó Gazo sobre el polémico suceso.