Jasson Salazar y Anielka García cumplen 165 días detenidos en las mazmorras del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ambos fueron detenidos el 4 de abril de 2023, durante las celebraciones de Semana Santa que se vieron opacadas por la ola de agresiones y detenciones por parte de la dictadura.
Salazar fue condenado el pasado 8 de agosto por los supuestos deltios de “menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas”. El juicio oral contra este líder estudiantil fue en el Complejo Judicial de Managua, sin la presencia del acusado. Las autoridades lo conectaron a través de una videollamada desde el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como cárcel La Modelo.
“A Jasson Salazar lo sometieron a un proceso herméticamente secreto, arbitrario, en el que se cometieron violaciones a las garantías constitucionales como: presunción de inocencia, derecho a defensa, tutela judicial efectiva al debido proceso porque los jueces y magistrados son incondicionales al régimen de Ortega Murillo”, aseguró un familiar del joven.
Por su parte, no se conoce mucha información sobre la situación de Anielka García; su familia no ha dado detalles por temor a represalias. García Zapata de 27 años es madre de dos menores de edad, fue trasladada al Distrito Tres en Managua, su detención fue en el municipio de Chichigalpa, en Chinandega. Movimientos estudiantiles denunciaron que su captura se debió a que la joven publicó una foto donde aparecía con una camiseta alusiva a la rebelión de abril.
Semana Santa cerró con 21 detenciones arbitrarias
Según el Monitoreo Azul y Blanco contabilizó que en Semana Santa de 2023 hubieron 21 detenciones, en su mayoría de feligreses que participaban en actividades tradicionales religiosas respectivas a esas fechas.
Entre 1 y 9 de abril el Monitoreo registró 71 incidentes relacionados con violaciones a derechos humanos. Amenazas, detenciones arbitrarias, asedio a templos católicos, hostigamiento a las casas de opositores y una represión migratoria. Estas agresiones cometidas por parte de agentes de la policia al servicio del régimen y simpatizantes de la dictadura.
La dictadura de Ortega y Murillo prohibieron las manifestaciones y las actividades públicas de la Iglesia católica en todo el país.
Los incidentes se llevaron a cabo en todo el país, pero el departamento con mayores afectaciones fue Masaya. Se detuvieron a cinco personas y ocho iglesias fueron asediadas. Destacó que los incidentes más denunciados fue la persecución de la procesión de los Cirineos, en la ciudad de Ninfirí. Los agentes de la policia dieron persecución a los jóvenes que se resistieron a abandonar el acto religioso.