La Universidad Americana (UAM) cerró las puertas a cerca de 600 estudiantes provenientes de la Universidad Centroamericana (UCA) —confiscada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo— que buscaban continuar sus carreras en dicha alma mater al suspenderles las matrículas, confirmaron a LA PRENSA estudiantes afectados en medio de la incertidumbre.
De acuerdo con la información, las autoridades de la UAM les quitaron el acceso a los correos institucionales y les dijeron que todos los estudiantes de la UCA “no pueden estudiar en otra, sino es en la Casimiro Sotelo”, la universidad creada por la dictadura en el campus confiscado a la UCA.
Esta situación busca obligar a que los universitarios estudien sí o sí en la Casimiro Sotelo, dirigida por orteguistas. Se conoce que la UAM había ofrecido a los universitarios convalidarles las clases y dejarles la cuota mensual en 150 dólares.
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“Ya no sé qué hacer en este país”, dijo a este medio una de las jóvenes afectadas. Perdió su carrera en la UCA y ahora la oportunidad de obtener un título en la UAM. Asimismo, afirmó que tuvo que pagar 85 dólares para entrar a estudiar en el centro de estudios superiores.
La mayoría de estudiantes ya estaban asistiendo a clases en el campus de la UAM, sin embargo, hoy los sacaron de las aulas de clases y les informaron que su solicitud de ingreso “fue negada”, a pesar de que ya habían pagado.
Casimiro Sotelo reactivará el Power Campus
Ante la situación de incertidumbre, algunos de los jóvenes se presentaron al recinto robado a la UCA para consultar el proceso de matrícula y el inicio de clases. Desde el portón, un trabajador de la Universidad Casimiro Sotelo les dijo que por orientación del rector los que están matriculados pueden llegar el lunes a clases en horario normal. “El lunes todos a clases normal”, apuntó.
Enseguida afirmó que las “inscripciones son en línea, porque ahorita en la mañana se va a activar el Power Campus para que se inscriban lo que no lo han hecho”. El Power Campus es el equivalente al registro académico donde los jóvenes pueden hacer sus procesos de matrícula e inscripción a clases.
También les dijo a los estudiantes que el dinero que habían pagado no se les va a regresar debido a que “se lo llevaron los jesuitas”, una acusación poco creíble, puesto que las cuentas de la UCA ya habían sido congeladas por el régimen.
En el caso de los que no tengan carnet, afirmó que podrán ingresar al presentar sus cédulas de identidad.
Confiscación de la UCA
La universidad jesuita con más de 60 años en Nicaragua suspendió el pasado 16 de agosto sus operaciones tras haber recibido un oficio en el que se le acusa de ser “un centro de terrorismo”, una acusación que la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús ha rechazado.
“La confiscación de facto a la UCA es el precio por pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: la verdad los hará libres (Juan 8:32)”, apuntó la Provincia Centroamericana.
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Y el 18 de agosto, la dictadura por medio de un acuerdo del Ministerio de Gobernación (Migob) canceló la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 3 de agosto de 1960, y delegó a la Procuraduría General de la República realizar el “traspaso” de sus bienes al Estado, indica la edición del diario oficial La Gaceta.
Ese mismo día el Consejo Nacional de Universidades (CNU) anunció que el inicio de las matrículas escolares para el segundo semestre del año lectivo 2023 será el próximo 28 de agosto por lo que invitó a los universitarios a matricularse. Y en horas de la tarde, las autoridades del CNU consumaron la confiscación de facto de las instalaciones de la UCA con la inauguración de la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro.
