La Asamblea Nacional de Nicaragua, bajo el control de la dictadura de Daniel Ortega, aprobó este viernes 2 de junio con trámite de urgencia la Ley creadora de la Cruz Blanca, un día después que se aprobó la Ley orgánica de la Cruz Roja Nicaragüense, tras la cancelación de este organismo como asociación de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
“En todo el ordenamiento jurídico nicaragüense donde se lea Cruz Roja Nicaragüense deberá leerse Cruz Blanca”, estipula la nueva Ley.
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La ley fue aprobada por el total de los 91 diputados. La Cruz Blanca fue establecida bajo el “modelo de salud familiar y comunitario” (Mosafc) que promueve la dictadura y como “ente descentralizado adscrito al Ministerio de Salud”.
“Creáse la Cruz Blanca como ente autónomo, descentralizado, con personalidad jurídica, patrimonio propio, duración indefinida y plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones”, establece el artículo 2 de la nueva Ley.
Su domicilio estará en la ciudad de Managua, capital de Nicaragua, pudiendo establecer filiales y puestos de Cruz Blanca en cualquier parte del territorio nacional.
La estructura orgánica estará conformada por una junta directiva nacional, presidente, director o directora general y consejo nacional.
El pasado 10 de mayo, los diputados sandinistas aprobaron una Ley que derogó la Asociación de la Cruz Roja Nicaragüense, la cual funcionaba como miembro de la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja. A la vez, se creó la Cruz Roja Nicaragüense “como ente autónomo y descentralizado adscrito al Ministerio de Salud”, lo que significa que pasó a funcionar como otra institución pública que responde a los intereses del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que encabeza el dictador Ortega.
Para los críticos, la anulación de la Asociación de la Cruz Roja Nicaragüense es una represalia de la dictadura orteguista contra las filiales que se negaron a participar en la represión contra las protestas civiles de 2018.