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CONTENIDO EXCLUSIVO.“El día antes que la mataran, Anggy me dijo que iba a hablar con Jared para decirle que iba a separarse de él porque era muy celoso y posesivo”, aseguró Ruth Almendárez, administradora del negocio donde trabajaba la joven nicaragüense Anggy Díaz, de 21 años, decapitada a manos de su esposo, el estadounidense Jared James Dicus, de la misma edad.
Almendárez dijo en sus declaraciones a las autoridades del condado de Waller —al noroeste de Houston, estado de Texas— que el día antes del asesinato, Díaz habló con ella y le aseguró que había tomado la decisión definitiva de separarse de Dicus porque tras el casamiento se había vuelto excesivamente celoso, posesivo, violento y controlador, y que no quería que ni trabajara.
La joven también le relató que ya le había dado varias oportunidades y Dicus no había cambiado. “Le dije que tuviera cuidado al decírselo, luego que me contó lo violento que se ponía cuando ella no hacía lo que él quería, como el día que se fue a comprar una hamburguesa sin decirle a él y se molestó”, manifestó Almendárez a LA PRENSA.
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La jefa de Anggy le aconsejó a la joven que pidiera ayuda, ya que en Estados Unidos hay varias organizaciones contra la violencia, “pero Anggy me contestó que no me preocupara, que tenía controlada la situación”, destacó.
El crimen ocurrió el pasado 11 de enero en la ciudad de Magnolia, y condado de Waller, Texas, en la casa que Anggy compartía con su esposo, que se ubicaba detrás de la residencia principal donde viven los suegros de la nicaragüense. Díaz fue apuñalada en la espalda en múltiples ocasiones y decapitada.
Tras el accidente, la boda
En octubre del año pasado, Díaz tuvo un accidente donde destruyó su vehículo y el carro de otra persona. En ese tiempo era novia de Dicus y tras el incidente lo llamó para pedirle ayuda, él llegó y habló con la señora involucrada en el incidente y él se hizo responsable de lo ocurrido para evitar que la joven se viera envuelta en un incidente que la perjudicara con las autoridades de Migración, relató Almendárez, quien agregó que fue Díaz la que terminó pagando los daños de su carro y el de la señora, no Dicus.
A juicio de familiares y amigos, Dicus utilizó la situación del accidente para presionar a Díaz para que se casara con él. “Luego del accidente, en octubre pasado, fue que Anggy salió con que se iba a sacar con Jared, a lo que dije que lo pensara bien porque era muy joven, pero ella insistió en que lo quería mucho y que se iba a casar”, agregó Almendárez.
“Que se haga justicia con el caso Anggy, ella era un ángel, una chavala sana, de buen corazón que estaba luchando por sus sueños, truncados por un hombre celoso y posesivo con quien se casó”, dijo la administradora.
El martes 11 de enero Anggy Díaz tenía que presentarse a trabajar al mediodía a la tienda Chepe’s Market, pero no llegó. A las 12:30 la llamaron a su teléfono celular, pero no contestó.
Después Jorge Calderón, esposo de Almendárez, en sus declaraciones recalcó que marcó nuevamente al número telefónico de Díaz, pero fue Jared quien contestó la llamada. “Le pregunté varias veces por Anggy, pero no me contestó, pero sí una voz de hombre en español dijo un par de veces que Anggy no estaba y luego se cortó la llamada”, dijo Calderón, quien volvió a llamar, pero nadie contestó el teléfono. Según el médico forense a esa hora ya Díaz pudo estar muerta.
Juicio hasta dentro de uno o dos años
Irvin Orellana, tío político de Anggy (casado con Iris Díaz, tía materna de la joven), dijo que tras declaraciones de los testigos, los reportes del médico forense y la confesión de Dicus el juicio podría tardar de uno a dos años. “Si fuera un hispano el que hubiese cometido un asesinato como este, ya lo habrían juzgado y condenado”, añadió.
A Dicus, un psicólogo designado por las autoridades le hizo una evaluación sicológica, “pero nosotros queremos que un sicólogo de nuestra parte también le haga una evaluación, porque yo no sabía que la policía lo había detenido y se había comportado violento con ellos”, manifestó Orellana.
El tío político de Anggy recordó que la noticia del matrimonio repentino de ella y Jared los sorprendió. “Hablamos con ella y le dijimos que estaba muy joven, que lo pensara bien, pero ella dijo que estaba muy enamorada de Jared y que era una buen hombre”, agregó.
El familiar relató que Jared visitaba su casa y que nunca se comportó mal y que llegó a tener la confianza de sentarse a conversar con él y jugar videojuegos con los niños, pero tras el matrimonio Anggy había cambiado un poco, pero pensaron que se trataba de cansancio debido a los tres trabajos que tenía.
“El asesinato de Anggy ha sido un gran golpe para toda la familia, ella era como nuestra hija. Nosotros no sabíamos que el comportamiento de Jared había cambiado”, dijo Orellana, quien en febrero del año pasado, cuando Dicus empezó a salir con Anggy, lo investigó para saber si tenía antecedentes criminales y su récord salió limpio.
Hombre violento
Pero fue hasta en noviembre del año pasado cuando Dicus tuvo un incidente con la policía, quienes tras detenerlo descubrieron que el sospechoso conducía bajo la influencia de alcohol o drogas o ambos y al quererlo arrestar se portó violento y al llegar a la estación policial golpeó hasta la ventanas.
El reporte de las autoridades también señala que entre varios agentes tuvieron que someterlo y colocarlo en una silla de inmovilización para poder obtener una muestra de sangre, tras su negativa a colaborar y su comportamiento extremadamente violento, pero luego salió bajo libertad condicional pagando una fianza de 1,000 dólares.
El sheriff del condado de Waller, Troy Guidry, describió la escena que encontraron en la cabaña en el patio trasero de la casa de los padres de Dicus como dantesca.
Dicus acuchilló y le cortó la cabeza a Díaz, la cual dejó en la bañera y el cuerpo de la joven nicaragüense en uno de los cuartos. Aparentemente tras cometer el crimen Dicus fue a Chepe’s Market, donde trabajaba Anggy, tomó un refresco y se fue sin pagar para después confesar el crimen a familiares y luego a las autoridades.