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Preocupación de Acnur por los refugiados nicas en  Costa Rica

La alta comisionada Adjunta dela  Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), señora Kelly Clements, ha dado a la agencia española  Efe unas declaraciones sobre el problema de los refugiados nicaragüenses en Costa Rica.

Este se creó a partir de la crisis sociopolítica que estalló en Nicaragua en abril de 2018 y sigue sin ser resuelta. Decenas de miles de nicaragüenses huyeron masivamente hacia el vecino país del sur y la crisis de Nicaragua se convirtió también en un complejo desafío para Costa Rica. 

Al respecto la alta funcionaria de Acnur expresó que “Costa Rica está soportando una carga desproporcionada de nicaragüenses exiliados por la situación sociopolítica y económica que mantiene sumergida a la nación (Nicaragua) desde hace cinco años”. Por lo cual el gobierno costarricense ha pedido ayuda internacional y ha implementado medidas administrativas internas para tratar de manejar el problema de la mejor manera posible.

Históricamente muchos  nicaragüenses han emigrado a Costa Rica, de manera temporal o definitiva, huyendo de la violencia política, atraídos por su mayor desarrollo económico y porque es un paraíso de libertad y democracia, comparado con Nicaragua y los demás países de América Central.

Pero esta vez la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica ha sido mucho mayor y más descontrolada que en tiempos del somocismo y de la primera dictadura sandinista, en los años ochenta del siglo pasado. De manera que a las autoridades costarricenses les faltan recursos económicos para afrontar apropiadamente lo que se ha convertido en un grave problema humanitario. De allí que según la señora Klements, Oacnur y otros organismos de Naciones Unidas “están intentando” darle un mayor apoyo a Costa Rica como principal país receptor de la acrecida migración nicaragüense.

Klements dice que Oacnur “ha percibido un gran aumento en las solicitudes de asilo debido a que los nicaragüenses siguen saliendo de su país…” Aproximadamente el 94 por ciento ha iniciado una solicitud de asilo en Costa Rica. Este “país de 5.1 millones de habitantes cuenta con 697 mil personas extranjeras regularizadas, de las cuales el 60 por ciento son nicaragüenses”. Y añade que en 2023 las solicitudes de refugio de nicaragüenses “podrían marcar una cifra récord en los últimos cuatro años”.

La alta funcionaria de Acnur reconoce que Costa Rica “ha apoyado a más de un cuarto de millón de personas… han sido generosos anfitriones con los nicaragüenses”, pero hace falta fortalecer el sistema de asilo “para que las solicitudes se puedan considerar con bastante rapidez”.

En realidad, existen magníficos instrumentos de derecho internacional para atender el problema de los migrantes en todo el mundo. Desde el 28 de julio de 1951 la ONU aprobó la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, ampliada por el Protocolo de 1967; y en 1984 se adoptó la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados. Casi 150 países se han comprometido solemnemente a atender humanitariamente a los refugiados que llegan a sus territorios, así como apoyar los esfuerzos globales de Acnur.

Pero por muy buenos que sean los instrumentos jurídicos, no son suficientes. Hacen falta cuantiosos recursos económicos para enfrentar este problema que, sin dudas de ninguna clase, es el mayor desafío humanitario mundial en lo que va del siglo 21.

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