Médicos independientes han reportado la atención de muchos casos diarreicos entre la población nicaragüense, que se acompañan de retortijones y hasta de fiebre y vómito. Los médicos desconocen lo que está causando esta enfermedad, y aunque presumen que es algo viral, señalaron que es necesario realizar exámenes para obtener conclusiones.
“Esmeralda” —nombre ficticio— es una pobladora de un barrio de Managua que desde hace tres días presenta diarrea y retortijones. Un día después de presentar estos síntomas, le dio calentura y un poco de dolor de cuerpo. Visitó el centro de salud y allí el médico le señaló que no debía beber nada de medicinas, más que hidratarse con suero. Le ordenó un examen de heces y ahora está pendiente de los resultados y del diagnóstico.
En Ciudad Sandino, municipio de Managua, un padre de familia y su hija también se vieron afectados con estos síntomas. A diferencia de Esmeralda, ellos solo presentaron diarrea y retortijones, a inicios de semana. Según el padre, “el virus me duró solo dos días”. Su tratamiento solo fue ingerir suero, pero compartió que conoce de otros tres vecinos que tienen el mismo diagnóstico, entre ellos un menor de edad.
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“Se cree que es virus, que está causando diarrea con cólicos, que es el gas acumulado y causa retortijones, y el intestino tiene que sacar ese gas y causa espasmos, por eso se sienten los retortijones”, declaró el médico Jorge Manzanares.
El doctor expresó que a sus pacientes les ordena realizarse exámenes de heces para descartar que no sea una gastroenteritis bacteriana, porque si lo es, se necesita un tratamiento al gastroenteritis viral. “Lo ideal es que visiten a su médico para descartar que sea viral o bacteriano, es conveniente hacer los exámenes”, explicó.
Manzanares recomendó no automedicarse con pastillas para “cortar” la diarrea, puesto que este síntoma “es un mecanismo de defensa al sistema gastrointestinal”.
Casos de diarrea en aumento
El epidemiólogo y autor del blog Por tu salud Nicaragua, Leonel Argüello, afirmó que varios colegas nicaragüenses le han reportado que los diagnósticos de diarrea se vienen dando desde hace poco más de un mes, y que algunos han encontrado en los resultados de los exámenes la Escherichia coli, la bacteria que normalmente vive en el intestino de la persona saludable, pero que en algún momento puede convertirse en agresiva.
En enero de este año, pobladores de Masaya ya habían reportado un brote de diarrea en esa ciudad, y según afectados, era una diarrea bien fuerte.
El último boletín epidemiológico disponible del Ministerio de Salud, correspondiente a la semana siete epidemiológica (del 12-18 de febrero), indica que los casos de las enfermedades diarreicas agudas (EDA) vienen aumentando, contabilizándose a esa fecha 30,193.
Las estadística oficiales del Minsa registran que desde finales de 2022 se viene reportando un ligero incremento, cerrando ese año con 198,647 casos. En el 2021, el cierre fue un poco más de 191 mil.
La diarrea se ha mantenido en los últimos cinco años entre el tercero y segundo lugar entre las primeras causas de hospitalización en la población general. En el 2022 ocupó el segundo puesto, con 15,573 casos de diarrea de presunto origen infeccioso, según el Mapa de Salud.
Síntomas
Argüello explicó que la diarrea puede ser producto de un virus, como el rotavirus, norovirus o gastroenteritis viral, infecciones bacterianas, incluyendo la salmonela y la Escherichia coli (E. colii) o infecciones parasitarias.
La diarrea puede estar acompañada de náuseas, dolor abdominal, calambre abdominal, fiebre. El mayor peligro de este padecimiento —advierte el doctor Argüello—, es la deshidratación, que es cuando el cuerpo pierde líquido. “Al perder líquido, las cosas no funcionan bien”.
Si la persona se deshidrata, sufrirá de sed, sequedad en la boca, fatiga, aceleración del corazón, dolor de cabeza, hasta bajar la presión.
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Los síntomas diarreicos pueden durar entre uno y dos días, y se puede prevenir manteniendo prácticas de higiene como el lavado de manos o al ingerir agua o comida limpia.
Las personas más vulnerables son los niños y personas adultas, mayores de 60 años.
“Es una equivocación suspender todos los líquidos y la comida a un niño o adulto con diarrea, uno debe seguir dándole líquido, y en el caso de que sea un niño que está tomando pecho, se le debe continuar dándole”, expresó el especialista.
